barañáin - El edil de Participando en Barañáin, Txuma Huarte, presentó ayer su dimisión como presidente de la Fundación Auditorio Barañáin después de que la Junta del Patronato no le apoyara en su intención de recurrir la sentencia del Juzgado de lo Social. La jueza estimó la semana pasada la demanda de un trabajador contra su despido, que consideró nulo, y apreció además indicios de acoso laboral por “vulnerar la integridad física y moral” del empleado.

La Junta se reunió ayer de urgencia para valorar la sentencia. Y Huarte, que una vez conocido el fallo anunció su intención de acudir a la Sala de lo Social del TSJN, explicó que haría efectiva su renuncia en el caso de que la Junta, compuesta por ediles de todos los grupos, no apoyase el recurso. Antes de tomar una decisión, Geroa Bai y PSN pidieron primero el recurso para estudiar si procedía o no continuar con el recorrido judicial. El resto de grupos, sin embargo, no consideraron oportuno seguir adelante. “He solicitado un consenso que no se ha producido”, dijo Huarte, quien entendió por tanto “que la sentencia se da por firme y no se opta por la defensa, por lo cual presento mi renuncia”.

“sereno y tranquilo” Huarte dijo sentirse “sereno” y “con la tranquilidad de haber reflejado la situación real de la Fundación, hasta ahora desconocida. Sacar a la luz una deuda con proveedores, arrastrada durante años con absoluto desconocimiento de la Junta, nunca es agradable, pero hay que hacerlo con responsabilidad, la misma que hay que tener para dar solución inmediata a este grave problema, que se debe afrontar con brevedad”.

El hasta ahora presidente hizo referencia a “incumplimientos” en la tramitación del IVA o la ley de subvenciones, o a la “sorpresa” de conocer “hace bien poco” la existencia de una cuenta corriente “con movimientos hasta prácticamente 2017” y de la que el último apoderado, en 2008, “es un expresidente de UPN”. Y se preguntó “¿hacia dónde se ha estado mirando todos estos años?, ¿Cómo fue posible no ver lo que estaba sucediendo? ¿Cómo se ha dejado llegar a esta situación sin tomar ninguna medida?”. También defendió cambios en su gestión como las contrataciones a caché en vez de por porcentaje de taquilla, el aumento de público “en más del 30% en 2017 y 2018 respecto a años anteriores” y su “apuesta por dar espacio a la creación, a la residencia de artistas, a la producción”. Por último, argumentó que “ahora toca iniciar el proceso de municipalización” del Auditorio y agradeció “a todas las personas que de una manera u otra han participado y trabajado en este proyecto, que espero siga adelante con una nueva visión”.

asunción de la deuda Por su parte, EH Bildu -la alcaldesa Oihaneder Indakoetxea asume de momento la presidencia de la Fundación- recordó que el espacio ha vivido “condicionado por un planteamiento demasiado ambicioso e irreal para Barañáin”, como muestran “los casi 10 años paralizado desde su construcción”.

La coalición abertzale se remitió al pleno de abril para “abordar la deuda y solucionarla desde el Ayuntamiento. Esto permitirá a la próxima legislatura comenzar un proceso profundo, pausado y necesario que pueda definir la fórmula más adecuada” de gestión. Y las alternativas, expuso EH Bildu, pasan por “una solución más técnica o incluso una gestión directa por el Ayuntamiento, con unos objetivos u oferta cultural acorde a las posibilidades que la opción elegida permita. En ningún caso, seguir arrastrando la deuda”.

El grupo consideró además la renuncia de Huarte “lógica y acertada” tras una sentencia “lo suficientemente rotunda como para dar por finalizada su etapa”, y destacó “la labor encomiable del personal, la cual ha logrado, más allá de las dificultades, mantener una oferta cultural de calidad”.