Pamplona - La asamblea que habrá de decidir la presidencia de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP) para los próximos cuatro años se celebrará, finalmente, el 26 de septiembre con un resultado incierto y en medio de un clima de intrigas promovido por Navarra Suma (UPN, PP y C’s) para atar en los despachos lo que no tiene asegurado en el campo de juego.

La negativa de Enrique Maya a convocar un Pleno extraordinario en Pamplona que restituya en ese consistorio a los dos ediles que faltan (uno de Geroa Bai y otro de PSN, ambos con voto en Mancomunidad), unido a las exigencias de la coalición de derechas para que se cumplan los plazos de convocatoria de la asamblea (tres meses desde las elecciones) dibujan un escenario en el que regionalistas, populares y liberales parecen querer forzar la máquina para, tras la pérdida de Huarte, asegurarse una mayoría con la que ya no cuentan: en la actualidad tienen 22 votos, EH Bildu 14, PSN 7, los independientes 8 y Geroa Bai 3.

Salvo que obtuvieran apoyos externos, muy difíciles en los casos de PSN y Geroa por la ofensiva de trazo grueso desplegada contra Chivite, y cuestionables en el caso de los independientes (salvo quizá Esteribar), la coalición de derechas tendría muchos puntos para perder la presidencia a manos de EH Bildu. Y es que, aparentemente, la coalición soberanista tiene mayor capacidad de llegar a acuerdos externos tanto con Geroa Bai como con la mayoría de los independientes con lo que podría aspirar a aglutinar hasta 24 votos, frente a los 23 que, en teoría, tendrían las fuerzas de la derecha.

La clave volverá a estar en el PSN que podría abstenerse o presentar una candidatura propia, pero que, de cualquier modo y dados los ataques recibidos, parece difícil que apoye a Juan José Echeverría, que se postula como candidato de Navarra Suma. De ahí la importancia que el frente de derechas está dando a maniobrar en dos direcciones: dificultar el nombramiento de los dos ediles pendientes en Pamplona (ninguno afín) y forzar cuanto antes una asamblea con 52 votos, en vez de los 54 pertinentes. La jugada con la que soñarían es la siguiente: esperar que el PSN se abstenga (tendría 6 votos en vez de 7) y que a Echeverría le valiera con sus 22 votos más uno de los independientes, lo que le daría la presidencia al ser el candidato de la lista más votada en el municipio más importante.

el relato en juego Y en pos de ese objetivo, UPN y sus socios han echado toda la carne en el asador: tratan de bloquear la toma de posesión de los nuevos ediles en Pamplona al tiempo que amenazan a la actual presidencia incluso con plantear acciones legales en caso de que no se cumplan sus anhelos. Así, el pasado martes y a través de registro la marca de la coalición de derechas presentaba un escrito dirigido a Aritz Ayesa, actual presidente de la MCP, para que “proceda a formalizar la convocatoria de la sesión constitutiva de la asamblea general de la Mancomunidad en esta primera semana de septiembre, de tal manera que, de no hacerse así, se le exigirán las responsabilidades de toda índole que se deriven de tal omisión”. La convocatoria para el día 26, comunicada ayer a todos los asamblearios, disipa esa amenaza.

Pero la pregunta de fondo es porqué las derechas radicales están forzando la máquina de una manera tan evidente. La respuesta quizá habría que buscarla en el relato del supuesto “éxito” de la fórmula Navarra Suma que ahora, aunque con escasa fortuna, el PP quiere exportar al Estado. Y es que tras el fracaso del asalto al gobierno foral y con el Ayuntamiento de Pamplona como única administración importante que controlan, hay que hacerse con la Mancomunidad, la tercera administración de Navarra, ya que si no lo consiguen el riesgo es que quede en evidencia que la fórmula de la coalición, pese a la propaganda interesada, es una estrategia fallida si en términos de alcanzar el poder se mide. - A.G.

Tercera administración. Tras el Gobierno foral y el Ayuntamiento de Pamplona, la Mancomunidad es la tercera administración en importancia en Navarra con un presupuesto de 108 millones para este año.

22

Navarra Suma. Cuenta con los votos de sus 13 concejales de Pamplona, más dos de Barañáin, y uno en Beriáin, Burlada, Noáin, Orkoien, Egüés, Berrioplano y área de Cizur y Galar,

14

EH Bildu. Tiene los votos de sus 7 concejales de Pamplona, más uno en Huarte, Ansoáin, Berriozar, Burlada, Villava, Etxauri e Ibargoiti-Monreal.

8

Independientes. Corresponden a los ayuntamientos de Aranguren, Esteribar, Zizur Mayor, Legarda, Ezcabarte, Tiebas, Ollo y Cendea de Olza.

7

PSN. A sus cinco concejales de Pamplona se suma un voto en Burlada y otro en Barañáin. Ahora sólo tiene asegurados cuatro votos en Pamplona al no haber sido sustituida formalmente Elma Saiz.

3

Geroa Bai. Tiene dos representantes en Pamplona y otro voto en Villava. Itziar Goméz aún no ha sido sustituida.