- Villava recuperó ayer, por fin, un pedacito de su normalidad. Y una de sus citas ineludibles de los jueves, un mercadillo que en su primer día de reapertura fue un triunfo total, con aforo prácticamente completo. No es para menos: los vecinos tenían ganas, echaban en falta esa buena costumbre de comprar producto fresco, de cercanía y de calidad, e incluso el sol se dejó ver para acompañar en un día tan especial. Demetrio Soria lleva vendiendo fruta y verduras en el municipio media vida. "Ayudaba a mi padre y ya desde los 17 años estoy fijo. Tengo 57, así que saca cuentas...", bromeaba ayer en la plaza de la Constitución, contento aunque también preocupado. "Hemos estado 40 días sin trabajar, es muchísimo. Y nos afecta mucho, vivimos de esto. Hemos estado parados pero la vida sigue, y los pagos también", lamentaba.

No le importa, para nada, adaptarse a las nuevas normas. A las distancias, a los turnos, a un nuevo mercadillo en el que las colas se acumulan y el aforo es limitado, hay un orden de entrada y salida y distancias ineludibles. "Está siendo raro, pero no pasa nada. Lo importante es volver a venir, recuperar la rutina poco a poco. Haces más trabajo porque tienes que sacar los productos en las bolsas, la manera de cobrar es diferente, pero ha venido muchísima gente, más de la que pensábamos, y estamos contentos. Los clientes también se tienen que adaptar. Es una pena porque una de las virtudes del mercadillo es poder ver de cerca los productos, y eso de momento no puede ser", explicaba. Confesaba que, ya por la tarde, todavía le parecía llevar puesta la mascarilla. "Es un poco incómodo pero qué le vamos a hacer. Es necesaria. No da igual como sea, la cuestión es volver a trabajar".

Estuvo toda la mañana despachando fruta y verdura junto a su hijo en uno de los puestos -fueron tres en total, de alimentación-, y aseguraba que se formaron muchas colas. "Ha habido mucha más gente de la que pensábamos, ha sido un éxito porque ha venido también gente de Burlada y de otros municipios. Solemos ir también a Landaben, esperamos que ahí también vuelva a haber mercadillo, porque mejor sitio que ese, un espacio tan amplio, no hay", explicaba.

Durante estos días de cuarentena estos vecinos de Pamplona que mantienen desde hace décadas el negocio familiar han tenido que apañárselas como han podido, incluso preparando pedidos en una bajera que tienen en Noáin. "No solemos vender ahí pero hemos tenido que hacer algún pedido para ir sacando género y que no se nos pusiera malo. Y menos mal, porque son muchos días", reconocía ayer.

También desde Policía Municipal han destacado el "buen comportamiento" de los vecinos y vecinas que han acudido a la cita, "porque han cumplido muy bien las normas". Todo se ha desarrollado con normalidad, señalaron ayer, y acudió "mucha gente, así que se han formado grandes colas. Por eso hemos pensado que lo mejor será, de momento, cambiar la ubicación, para facilitar el recorrido y que sea más fácil mantener la distancia entre puestos y clientes".

El jueves que viene, señalaron ayer, se celebrará en el Ayuntamiento, "que además es una zona más atractiva". Desde la Policía Municipal agradecen el esfuerzo tanto de los clientes como de los propietarios de los puestos: "Se ha involucrado todo el mundo para que se pueda celebrar".

"Ha acudido muchísima gente, había ganas, y se ha involucrado todo el mundo"