Un año más, los y las uitzarras fueron los primeros en sumergirse en la magia del carnaval, el pistoletazo de salida de unas celebraciones que se sucederán a partir de las próximas semanas a lo largo y ancho de Navarra. Y es que es costumbre en este pequeño pueblo de Larraun celebrar esta fiesta el domingo siguiente a la festividad de Reyes. La razón viene de atrás, de cuando muchos jóvenes de la zona salían fuera a trabajar, sobre todo a Francia como leñadores Volvían por Navidad, y con el fin de que pudieran disfrutar de esta fiesta, se adelantaron al día de Reyes. Si bien la realidad laboral es ahora bien distinta, en Uitzi, al igual que Erasun, dónde también celebraron ayer su carnaval, optaron por mantener la fecha, trasladándola unos días.

Las celebraciones en el concejo de Larraun comenzaron el sábado, con una comida en la sociedad Merkualde que reunió a medio centenar de personas. Tampoco faltó una cena, esta vez con los comensales metidos en la piel de otros personajes. No en vano, estas celebraciones tienen un fuerte componente gastronómico. De organizar esta fiesta se encargan los mayordomos, elegidos por la suerte el año anterior. Estos carnavales han sido Ane Alustiza y Ana Ibarra, esta última en sustitución de su hijo, Mikel Martirena, que está en Irlanda. Vestidas del mago Merlín y su nieta, era fácil reconocerles, cesta de caramelos y una botella de moscatel en mano, presentes que ofrecían cada vez que entraban en una casa en la puskabiltza, ronda por las casas de Uitzi para recoger donativos con los que financiar las celebraciones. Arrancó hacia las 11.00 horas en Goienetxe, en la parte alta del pueblo, cuando un variopinto grupo formado por hawaianas, superhéroes, vaqueros, indios y mosqueteros entre otros personajes.

Fue la primera de 13 paradas que realizaron durante la mañana y buen parte de la tarde. La última fue en Arriurdin, en la parte baja del pueblo Eran momentos de encuentros entre los vecinos y vecinas, de abrir las puertas de las casas y pararse hablar con personas que no se han visto en tiempo porque vivien fuera pero también con otros que se ven a menudo pero que con las prisas del día a día apenas hay relación. En Angelenea, María Onsala y su nuera Pake Otermin, les recibieron con un caldo caliente realizado por la etxekoandre para entrar en calor en una mañana fría y lluviosa además de pinchos de lomo con pimientos y otros alimentos además de bebida.

Finalizada la puskabiltza la comitiva se dirigió a la sociedad para tomar un café y elegir los nuevos mayordomos. Fueron los hermanos Xabier y Guratz Azpiroz, los dos primeros en descubrir reyes en el reparto de una baraja.

Así, en este concejo de Larraun de poco más de 100 habitantes comienzó la cuenta atrás de estas fiestas que dan color al invierno, unas celebraciones transgresoras y llenas de rituales ancestrales en un tiempo que mira al pasado rural y también al presente en su cara urbana. A Uitzi le cogerá el testigo Leitza, entre el 26 y 29 de enero, y Sunbilla, el sábado 27. Los joaldunak de Zubieta e Ituren cerrarán el ciclo de enero, cuando el lunes 28 los primeros vayan a Ituren. Al día siguiente, cuando les devuelvan la visita, el recorrido será a la inversa. Ya entrados en febrero, durante el primer fin de semana serán los carnavales de Areso. Cotinuarán por Betelu, el 9 de febrero; Arantza, del 14 al 16 y el sábado siguiente, 23 de febrero, en Lekunberri, Etxauri y Estella. Pero será en marzo, en torno al día 6, miércoles de ceniza, cuando esta catarsis colectiva se extienda por la geografía navarra.