ESTELLA-LIZARRA. Ocho años como presidente de la entidad y tres más como vicepresidente son “más que suficientes”, comenta Alfonso Canela, quien asegura que cada vez resulta más complicado mantener un equipo en la categoría de bronce con las limitaciones que tiene a día de hoy del CD Izarra.

Después de ocho años como presidente ha anunciado públicamente que deja el cargo. ¿Por desgaste?

Claro, esto tiene muchísimo desgaste y al final el Izarra se ha convertido en una empresa. Una empresa con treinta trabajadores, con nóminas, con Seguridad Social..., y esto lleva detrás un trabajo tremendo. Son ya ocho años como presidente y tres más como vicepresidente. Y, además, sin prácticamente ningún tipo de ayudas institucionales. Esto así es casi imposible de llevarlo.

¿La decisión es firme o se lo replantearía si no hay otro candidato?

Como presidente es definitivo que no sigo. Todo depende de si el primer equipo sigue en Segunda B o no. Si nos mantenemos hay ahí unos acuerdos con Osasuna, que nos podría echar una mano, y entonces podría estar de otra figura, pero dentro de la directiva desde luego que no.

¿Cree que habrá candidatos? Hay un primer plazo hasta el 15 de marzo y, si no, ampliable un mes más.

Si el equipo está en Segunda B no creo, porque la gente no está muy dispuesta a dar ese paso.

Si no hay nadie que coja las riendas, ¿qué futuro le espera al club?

No tengo ni idea. En su día ya hablé con el alcalde y le dije que existía la posibilidad de que no salieran candidatos y hablé también con el concejal de Deportes para comentarle lo mismo. Él me dijo que el fútbol base tiene que continuar sí o sí. Ya hay unos padres que están por la labor de hacerse cargo del deporte base, que son los que llevan ahora el tema y ya está. El problema sería el mayor, el primer equipo; luego todo dependería de la categoría en la que estuviera. Si está en Segunda B es muy complicado, pero si está en Tercera igual hay algún padre que se anima.

Quiere decir que esa profesionalización de los clubes, esa conversión en casi empresas, es lo que echa para atrás a los socios...

Es que los clubes con equipos en 2ª B ya son empresas. Nosotros pagamos unos 11.000 euros al mes en Seguridad Social, con eso lo digo todo. Que el Izarra baje de Segunda B supone prácticamente que desaparezca una empresa de 30 trabajadores.

¿Cómo ha cambiado la categoría en estos años que lleva como directivo?

La Segunda B ha cambiado muchísimo. Ahora está súper profesionalizada y cada vez más. Por eso, para un club como el nuestro, con la estructura que tenemos y los apoyos que tenemos, cada vez es más difícil mantenerse. Es un lujo tener un equipo en 2ª B con menos de 200 socios y con las ayudas que tenemos del Gobierno de Navarra. Al Real Unión de Irun su Gobierno les da 170.000 euros por temporada; a nosotros 42.000.

También hay muchas más exigencias en cuanto a la profesionalización de las plantillas.

Y por cada ficha profesional hay que pagar 3.000 euros al año a la Federación Española. Ahora o son profesionales o son amateur, y en el Izarra de 20 hay 17 con ficha B, de profesional.

¿Cree que se valora que una ciudad como Estella, -que es la localidad con menos habitantes de todas las que tienen un equipo en el Grupo 2-, tenga un escaparate en Segunda B?

Esto es como todo. Cuando no se tenga la gente lo valorará más. Sí da un poco de vergüenza que no lleguemos a 200 socios cuando muchos equipos de cualquier pueblo tienen más.

Parece que la demanda de sustituir la hierba artificial este verano tiene posibilidades de salir adelante...

El campo nos ha traído muchos problemas en tema de lesiones y demás; tiene ya once años. Debería haber durado más, pero es que el mantenimiento ha sido prácticamente nulo y hay una media de 18-20 equipos entrenando y jugando por temporada. Debería haberse cambiado ya, porque parece casi una moqueta y todo el mundo se queja. Por las conversaciones que hemos tenido con el Ayuntamiento parece que están por la labor; en unas semanas veremos.

El coste no es muy alto (hablaron de 150.000 euros) y además podrían recibir ayudas...

La fórmula que se ha planteado es que lo haga el club porque el Consejo Superior de Deportes está dando muchas ayudas para campos. Al margen de eso también podría haber ayudas del Gobierno de Navarra, así que podría salir casi gratis; y a la vez estamos hablando con empresas para intentar reducir más el gasto.

¿Cómo se haría exactamente?

Lo primero sería levantar el césped que hay ahora, que se podría reutilizar. Se limpia, se deja en rollos y luego el Ayuntamiento puede utilizarlo en rotondas, jardines... Después habría que igualar la superficie, porque con los años se mueve, y se pone el nuevo. El riego y las porterías se mantienen, por lo que entendemos que el costo es bastante asequible.

Otro tema que preocupaba años atrás era el de la deuda con Hacienda...

Tudelano, Peña Sport e Izarra recibimos inspecciones en su día y tenemos pendientes unos pagos a Hacienda, nosotros los que menos. Pero es una deuda que se aplazó a diez años y que, por tanto, es bastante llevadera. Lo que hace el Gobierno de Navarra es quitarnos parte de la subvención que nos corresponde. Ahora estaremos por los 60.000 ó 65.000 euros de deuda, pero a varios años, 6 ó 7. Supone unos 800-900 euros mensuales; vamos, que es algo llevadero.

Con los ingresos del club, ¿es sostenible a medio plazo estar en 2ª B?

Tiramos de una muy buena gestión, -aunque está mal que lo diga yo-, y hacemos plantillas muy económicas para ir sobreviviendo. Pero prácticamente subsistimos de los patrocinadores, y eso que las empresas hoy en día no ganan mucho dinero como para que les resulte interesante el patrocinio.

El número de espectadores en general es bajo en Estella (300-400 espectadores), y en otros campos también. ¿Se puede hacer algo para aumentar la asistencia en 2ª B?

Hay varios campos donde hay buenas entradas, en la mayoría hay más gente que aquí. Tenemos el problema de la televisión. Puedes poner la tele a las 12 de la mañana del sábado y estar viendo fútbol hasta la noche del domingo. Es complicado competir. Y la fórmula de jugar con gente de casa..., al final la Segunda B te pide un nivel, y si no hay gente no hay, por mucho que queramos.

En la asamblea se habló también de un convenio a firmar con Osasuna.

Es un convenio que depende de estar en Segunda B. Ellos nos ayudarían en materia deportiva cediendo jugadores, y todo lo que asuma Osasuna supone una reducción de costes para nosotros, que nos vendría muy bien. Además, habría algún incentivo económico, no cantidades grandes, pero todo los ingresos son bienvenidos.

También han llegado a un acuerdo con ‘Footters’ para la retransmisión de los partidos por Internet. ¿Qué recibe el club a cambio?

La repercusión económica para los clubes es pequeña, pero de lo que se trata es de que la gente se enganche a esta plataforma, sobre todo teniendo rivales de lejos cuyos aficionados no van a venir. Si conseguimos 500 pinchazos ya tienes un fijo de 6.000 euros anuales. No es mucho, pero algo es algo. En los primeros partidos ha habido de media 200-250, y con el tiempo es posible llegar a los 500. En los partidos de casa recibimos entre el 30% (si el otro equipo está adherido) y el 50% de lo que ingresen; en los de fuera, el 20%. Y no creo que vaya a quitar mucha gente de los campos; no es lo mismo ver un partido en directo que por ordenador.

En lo deportivo, ¿es optimista en cuanto a lograr la permanencia?

Lo intentaremos hasta el final. Equipo tenemos y solo hace falta enlazar un par de victorias. La permanencia pasa por Merkatondoa, pero no están llegando los triunfos y cada vez hay menos margen.

¿Y cómo ve la cantera?

Goza de muy buena salud. El juvenil de Liga Nacional ha tenido ahora un pequeño bache, pero todavía tiene posibilidades de subir y estamos muy ilusionados con ellos. La cantera (unas 250 fichas) está muy bien organizada y se trabaja muy bien.

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