Estella-Lizarra - El Colegio de Abogados de Estella-Lizarra cerró ayer los actos de celebración del 175 aniversario con reconocimientos. El primero de todos para el abogado Fernando Areopagita, que recibió la Medalla al Mérito en el Servicio de la Abogacía “por su larga trayectoria profesional y sus más de 25 años en la Junta de Gobierno”. En segundo lugar, por la insignia que el mismo colegio de Estella otorgó a la presidenta del Consejo General de la Abogacía del Estado, Victoria Ortega, nombrándola colegiada de honor y que le fue impuesta por el decano del colegio Bernardo Lacarra.

Una ceremonia que contó con la presencia de numerosas autoridades como el consejero de Políticas Migratorias y Justicia del Gobierno de Navarra, Eduardo Santos, además de representes de los distintos órganos judiciales de Navarra como el presidente del Tribunal Superior de Justicia Joaquín Galve, Guardia Civil, Policía Judicial y Policía Foral.

El acto arrancó con una introducción del abogado estellés Rogelio Andueza quien destacó la figura del premiado, “un abogado que va al nudo jurídico y que huye siempre de descalificaciones personales”. Por su parte, Aeropagita agradeció la distinción y señaló la importancia de valores personales como el sacrificio y el trabajo bien hecho que había recibido de sus padres, valores consustanciales “a la abogacía”. Y dirigiéndose a sus compañeros, señaló: “Lo bueno que pueda tener os lo debo a vosotros”. También recordó la figura del fallecido Jose Mari Beramendi con el que inició su aventura de abrir un despacho de abogados “una persona a la que quise como un hermano y a la que recuerdo todos los días”, y tuvo una mención especial para Mabel Roncal, también fallecida, secretaria del colegio “una compañera excepcional que nos ayudó siempre que lo necesitamos”.

El acto contó también con un momento familiar y hasta cierto punto histórico, ya que el decano Bernardo Lacarra ofició el juramento como abogado colegiado de su hijo Victoriano Lacarra a quien acompañó como testigo su abuelo, también Victoriano Lacarra y decano emérito del colegio de abogados de Estella; una familia que se remonta varias generaciones en el desarrollo de la abogacía en la ciudad del Ega.

Con todo, la ceremonia de ayer en la casa de cultura Fray Diego de Estella reunió a casi medio centenar de los abogados colegiados que actualmente desarrollan su actividad en los despachos y juzgados de Estella-Lizarra (en 2019 hay registrados 43 letrados colegiados) y que son actualmente los continuadores del espíritu que hace 175 años quedó impreso en el acta fundacional del colegio de abogados fechada el 4 de junio de 1844, que inicialmente fue suscrita por 13 abogados. Un año muy activo en celebraciones que ha contado con conciertos musicales, ciclos de cine, conferencias y que tuvo en la cena y festejos posteriores de ayer, el colofón a los 175 años del colegio estellés.