El badajo de una campana de la iglesia de la Asunción de Villatuerta salió volando tras la misa celebrada el pasado jueves 24 de diciembre por la tarde. La caída de esta pieza de hierro de casi 6.540 kilos (fue pesada en la pescadería de la localidad) pasó desapercibida por los vecinos, hasta que fue hallada al día siguiente en un césped cercano "a unos cuatro metros" de la parroquia, comentó José Ramón Landa, el antiguo alguacil de Villatuerta, uno de los primeros en darse cuenta de lo sucedido.

De momento, el badajo no ha sido colocado de nuevo hasta saber si el seguro de la iglesia, asistida por los sacerdotes de la congregación Verbo Divino, se hace cargo de la avería. "A ver si está para el día de Año Nuevo", deseó Landa.