El Campeonato del Mundo de Lanzamiento de Rabiosa volvió ayer a Marcilla y, tras dos años de parón, la azada 'Bellota M320' conocida como ‘azada esparraguera’ volvió a volar por el foso del castillo, algunas veces, eso sí, con más acierto que otras. Ilusionados, expectantes e incluso con nervios, fueron 54 las personas que se animaron a probar fortuna y a tratar de llegar lo más lejos posible con esta herramienta de 1,5 kilos de peso. Los organizadores de esta edición, y ya van cuatro tal y como desvelaban, fueron los jóvenes de la cuadrilla El Derrumbe. Cansados por el tute festivo, aseguraban que “es algo que hacemos por colaborar y porque nos lo pasamos bien. Además, la comida de hoy, promete”.

José Ignacio Aguinaga se impuso por 10º vez en el campeonato.

Muchas caras conocidas se dejaron ver por allí y, de hecho, podría decirse que las cosas siguen igual dos años después. Y es que José Ignacio Aguinaga, antiguo lanzador de martillo, volvió a imponerse en categoría absoluta (de 17 a 50 años) gracias a un lanzamiento de 31,6 metros (su récord lo tiene en 36,80 metros). Satisfecho, explicaba que lleva más de 20 años acercándose este día a Marcilla y que con la de ayer ya ha ganado en 10 ocasiones además de un par de terceros puestos. “Me lo paso muy, muy bien; me pongo nerviosísimo, eso sí, me pongo como un flan, pero hay un gran ambiente, conoces a la gente y hay mucho compañerismo. Hoy ha estado apretadilla la cosa, que es lo bonito. Había muchas, muchas ganas después de dos años de ausencia”.

Javier Goñi volvió a imponerse en categoría veteranos.

Javier Goñi volvió a imponerse en categoría veteranos. Oskar Montero

De los 31 participantes masculinos, los 10 mejores tuvieron una segunda oportunidad para mejorar su lanzamiento, algo que aprovechó David Ezquerro, marcillés que quedó en segundo lugar con sus 29,96 metros (y que, por lo tanto, fue el mejor local). En tercer lugar, y muy cerca de Ezquerro, quedó Sergio Etxeberria (29,51 metros). Los premios para ellos fueron de 300 euros, vino y trofeo, 150 euros, vino y trofeo, y 100 euros, y vino y trofeo respectivamente.

La rabiosa volvió a volar en el foso del castillo marcillés.

La rabiosa volvió a volar en el foso del castillo marcillés. Oskar Montero

En cuanto a las féminas, 7 fueron las que se animaron a probar fortuna y, esta vez, y sorprendidísima con su tiro, ganó Raquel Ursúa (14, 06 metros), en segundo lugar quedó Marta Ezquerro (13,85 metros), e Isabel Garitano (12,93 metros) ocupó el tercer escalón del podio. “No me esperaba ganar, para nada. He tirado todos los años que he podido y alguna vez quedé tercera pero porque éramos muy pocas”, apuntaba Raquel, que también recibió su galardón como mejor lanzadora local (200 euros y una réplica del castillo) y que aseguraba que “antes de venir he practicado un poco pero tengo claro que, como estoy embarazada, he lanzado por dos”.

Todos los que subieron al podio posaron tras la entrega de trofeos.

Otras categorías

Por otro lado, en categoría veteranos hubo 9 participantes. El ganador y por muchos ya conocido fue Javier Goñi con 30,25 metros aunque tiene de marca personal 36,5 metros. Y es que Goñi lleva 30 años acercándose Marcilla a lanzar la rabiosa; “vinimos en su día por curiosidad; vimos que se empezaba a lanzar una azada y vinimos a probar. Nos recibieron muy bien y estamos muy a gusto en Marcilla”. Ganador cinco veces en categoría absoluta y tres en la que compite en la actualidad, desvelaba que otros años se preparaba antes de participar pero que esta vez no ha podido; “la verdad es que no se olvida, no, es como montar en bicicleta”, reía.

El segundo fue Miguel Romero (26,61 metros), y completó el podio Joaquín Ursúa (22,85 metros). Los premios fueron de 100, 75 y 50 euros respectivamente, además de un lote de vino y un trofeo para cada uno.

La marcillesa Raquel Ursúa, la mejor fémina, lanzando la rabiosa. Oskar Montero

Además, también recibieron sonoros aplausos los 7 lanzadores en categoría junior, hasta los 16 años; en este caso, el ganador fue Artzai Exteberria (16 metros), seguido de Iñaki Amberes (12,05 metros), y de Asier Navarro (10,55 metros). Los premios, informaron, fueron de 100 euros y trofeo, 75 euros y trofeo, y 50 euros y trofeo respectivamente.

Por último, el premio ‘Especial Cuadrillas’ fue para la peña El Kalimotxo y la mañana contó con la agradable sorpresa de la actuación de la comparsa en el foso del castillo. Además, los miembros del Derrumbe, tras la entrega de premios, sortearon un jamón para el que durante toda la mañana estuvieron vendiendo boletos a un euro.