El encierro del viernes de fiestas de Estella no se alargó. No hubo motivos de seguridad como el robo de tablones de otras ediciones, ni la vuelta de las vacas que se eterniza especialmente el primer encierro. Con todo, la gran cantidad de jóvenes colapsó la estrecha cuesta de Entrañas y las vacas se volvieron una vez. A la segunda, las vacas de Macua atravesaron la barrera humana en dirección a la plaza donde las recogió el camión que las puso en marcha.