La tercera novillada, con cielo nublado y fresquito al final, más de media entrada y bajo la buena presidencia de Ángel Castillejo, se saldó con una solitaria oreja para Diego Bastos. El sevillano, animoso y asentado, contactó desde el principio con la parroquia.
Jugó también a su favor el que ya se conociera tras estar bien (una oreja y saludos -mismo resultado- que ahora-) en Peralta ante una novillada de Ganadería de Pincha en 2023. Esta vez le cortó una oreja al 1º de su lote, Insolente. Fue un animal con muchos defectos (sin ritmo, mirón, andarín y escarbador), pero que se movió con cierta alegría en la mandona muleta de Bastos. Enfrentamiento interesante que no daba para oreja, pero como era antaño, una gran estocada fue el salvoconducto para llevársela de manera merecida. Mejor utrero y mejor manufactura se vivió en el quinto, un Limonerito que cumplió bien en varas, tuvo fijeza y noble y manejable juego. En banderillas saludaron José Germán Martín y Salvador Lobato. Hubo, luego, tandas entonadas de Bastos por los dos pitones. En esta ocasión pasó al contrario: perdió una oreja y la consecuente salida a hombros por mal de aceros. El rondeño Páez, sólo puso voluntad con un mal lote. Y el valenciano Nek Romero consiguió los mejores momentos ante el de Pedrés, pero también mató mal. – Manuel Sagüés
El Valle Blanco. Cinco utreros de distintas hechuras y juego. Y uno, el 2º, de Pedrés. Dispares de presentación y mansos. El de mejor juego fue el 5º. El de Pedrés, menos cuajado, tuvo buena y enclasda movilidad, siendo aplaudido en el arrastre.
Pablo Páez. Saludos y silencio
Diego Bastos. Oreja y saludos tras aviso.
Nek Romero. Saludos tras aviso y silencio tras aviso.