Tafalla tenía ganas de encierro. Y han tenido uno más largo de habitual pero exento de emociones fuertes.

La ganadería Conde de la Corte, de Jerez de los Caballeros (Badajoz), ha protagonizado el encierro del día de la Asunción. Un toro rezagado que se ha dado la vuelta hasta en dos ocasiones ha sido el responsable de que el cronómetro superara los diez minutos. Eso sí, se ha quedado solo en susto. Cruz Roja ha confirmado que no ha habido ninguna incidencia: “Ni una tirita”.

A falta de media hora, las calles estaban llenas de corredores y espectadores que esperaban al cohete que diera inicio al primer encierro. Tafalla no ha decepcionado en afluencia al festejo taurino. Los estiramientos han sido propios de un primer día de fiestas. Hacía falta activar las piernas.

Con el estallido que ha marcado el inicio, la manada ha amenazado con dividirse desde el principio de la avenida Severino Fernández. Dos toros negros han tomado la delantera acompañados de dos cabestros. Con un ritmo que sus compañeros no han podido igualar, los dos han llegado a la curva de la farola cada uno por un lado de la calle.

En el izquierdo, en sentido de la carrera, este astado ha lanzado algún derrote a los mozos más cercanos al lateral de la avenida. Han sido de los únicos que se han presenciado este viernes en Tafalla. La velocidad que llevaba le ha hecho precipitarse a la derecha en la curva hasta chocarse con violencia, junto al otro toro, contra las vallas. Durante todo el segundo tramo han seguido liderando la manada.

Siguiéndoles a unos metros, tres de los toros han hecho una carrera limpia y separados de los mansos dejando algún espacio entre ellos. Esto ha permitido que los corredores cogieran buenas posiciones cerca de ellos.

Y cerrando el grupo, el último burel, 'Jefe', que en la avenida Sangüesa ya iba completamente solo. De velocidad lenta y escaso de bravura, ha sido el responsable de que el encierro haya durado tanto. Eneko Ornazábal ha corrido delante del animal este tramo protagonizando una carrera vistosa: “Se ha quedado atrás. No tenía pensado acercarme porque estoy mal de la cadera. pero lo he visto a huevo”. A sus 19 años y natural de Mutilva, era la primera vez que corría en Tafalla. Aficionado del encierro, se estrenó en San Fermín: “Al principio da más miedo, pero hoy he corrido muy a gusto. Hay más huecos”.

Cuando parecía que la mañana iba a terminar sin mayores incidencias, este morlaco se ha dado la vuelta antes de entrar a la plaza de toros.

Ha marchado en sentido contrario el recorrido hasta la zona del puente, donde ya habían colocado las vallas para que el toro no pueda volver en situaciones como estas. Los pastores y los mozos han conseguido enderezar su carrera tras varios minutos. Ha repetido esta misma operación una vez más. Lo que ha podido ser una tragedia, se ha quedado en un conato de susto. No ha embestido ni una vez y se ha mostrado muy falto de energías.

Un encierro limpio

Santi Hernández es de San Sebastián de los Reyes, pero cada verano se acerca a todos los encierros que puede de la geografía navarra. De 50 años, lleva desde los 16 corriendo: “Ha sido lento, se dejaban correr pero hacían algún extraño, sobre todo el último”. Hernández ha destacado la pasividad de la manada en este primer encierro.

El parte médico de Cruz Roja ha reflejado también esta tendencia. No ha habido que lamentar ningún herido. El equipo médico ha tenido un día tranquilo. Tafalla se ha estrenado este 2025 sin sobresaltos.