PAMPLONA - Colarse entre los más profesionales de la pelota era un sueño para el joven pamplonés Unai Laso, que con sólo 15 años logró ser contratado por la empresa profesional Asegarce. Ahora, que acaba de cumplir la mayoría de edad, los expertos del mundillo pelotazale aseguran que nos encontramos ante una joven promesa que no tardará en hacer su debut.

De hecho, a pesar de su modestia, Laso ya puede presumir de haber ganado 67 de los 80 partidos que ha disputado en su corta pero exitosa trayectoria deportiva. Un alto porcentaje de victorias que le ha llevado a alzarse con la txapela en más de una decena de finales. En los dos últimos años, su progresión ha sido brutal y entre sus palmarés, fue campeón de España en mano a mano en División de Honor, ganó el individual navarro en la categoría juvenil, se proclamó campeón juvenil por parejas en el GRAVNI y también campeón del Diario Vasco. Además, arrasó en otros campeonatos como el Memorial Antton Pebet, Miguel Soroa o el Interpueblos de Navarra. Una larga lista que deja entrever que este joven, que mide 1,83 m y pesa 76 kg, se atreve con cualquier modalidad, aunque prefiere jugar en pareja. “En individual he ganado muchos torneos, pero me divierto mucho más en el parejas, de delantero”, admite.

SUEÑO DE NIÑO Aunque en su ficha marca que es de Pamplona, él se considera de Bizkarreta-Gerendiain, un pequeño pueblo del Pirineo de donde procede su madre y su abuela y que ha sido cuna de otros pelotaris aficionados como Iñigo Etxamendi o Iosu Linzoain. “Yo empecé a jugar con el aita en el frontón del pueblo”, recuerda. De esta manera pasó su infancia, a caballo entre la pelota y el fútbol, hasta que tuvo que elegir. Sus primeros pasos los dio en el club Auñamendi,en Aurizberri-Espinal, después pasó tres años en el C.D. San Juan y finalmente, acabó en el C.D. Huarte. Su rapidez, su potente derecha y el manejo del gancho y del sotomano, hicieron que Asegarce se fijara en sus dotes de pelotari cuando sólo tenía 15 años, lo que le ha llevado a codearse con grandes profesionales. “Entrenar con Olaizola, con Urrutikoetxea, es un sueño y poder estar con tus ídolos en el vestuario antes de entrenar es lo más grande”, confiesa.

Todos sus logros, los ha conseguido gracias a la insistencia y al amparo de su padre. “Yo no estaría aquí si no fuera por el aita”, afirma. Y es que su aita es un gran apoyo y su máximo seguidor, no pierde ocasión en acudir a todos los entrenamientos y partidos de su hijo. “Al aita casi le gusta la pelota más que a mí”, dice entre risas. Él precisamente es el que lleva la cuenta de los torneos ganados de Laso, que acumula más de cuarenta txapelas, guardadas en cajas en el pueblo.

SIN PODER PARAR Laso tiene una agenda muy apretada, ya que entre semana estudia un grado medio de hostelería y dedica cuatro tardes a la pelota, además de jugar partidos los fines de semana. Cuando dispone de tiempo libre, aprovecha para salir con la cuadrilla, escuchar música o escaparse a Bizkarreta a visitar a su abuela Corpus y a disfrutar con sus amigos en la sociedad. Su carácter extrovertido y jocoso también se traslada a los frontones, donde se muestra tal y como es. “En la cancha soy explosivo y nervioso, no puedo parar quieto”, reconoce. Pero lo más importante, afirma, es “disfrutar y salir a jugar tranquilo, haciendo lo que de verdad te gusta”. Esa actitud hace que sea apreciado entre sus compañeros de profesión y tenga buena relación con todos, especialmente con el irurtzundarra Julen Martija, que precisamente debuta el próximo 21 de febrero con la empresa Aspe o con el delantero de Etxarri-Aranatz, Bakaikoa, con quien ha compartido muchas horas de entrenamiento en su infancia.

Después de un mes con una lesión en el metacarpiano, ayer volvió al Labrit con victoria en el campeonato de España mano a mano. Sin embargo, ya tiene la vista puesta en el campeonato Biharko Izarrak, en la localidad vizcaína de Mallabia, un torneo muy importante entre el mundo pelotazale que el año pasado tuvo que abandonar por una lesión en el tobillo. Totalmente recuperado, Laso confía en que este sea un buen año. Desde luego, todavía le queda un largo camino por recorrer a esta joven promesa de la pelota, a la que ya comparan con Urrutikoetxea. Si es así, pronto le veremos debutar y hacerse un hueco en lo más alto de la pelota profesional.