Uno de los elementos incluidos en las tareas de restauración es el emblemático escudo republicano de Pamplona que preside la fachada principal de la Plaza de Toros, que por increíble que parezca sobrevivió intacto a la dictadura franquista. A diferencia del escudo monárquico, que contenía dos coronas reales, una superior y otra coronando al león, en el republicano aparecen dos coronas murales (un castillo sobre el león y otro sobre el conjunto del blasón).

Según los historiadores, el cambio se produjo durante el mandato del tercer alcalde de Iruña en la II República, el carlista Tomás Mata. En el anexo de las cuentas aprobadas en el acta de la Junta de la S.C. de Misericordia el 12 de marzo de 1935, firmado por el citado Mata, consta una factura a Asurmendi y Cía valorada en 54,95 pesetas. El detalle se encuentra en la contabilidad bajo el epígrafe “Explotación de la N.P.T. (Nueva Plaza de Toros), Custodia y entretenimiento descripción del asiento a Asurmendi y Cía f. 609 por arreglos en el escudo de la puerta principal de la Plaza de Toros 54,95”.

Los trabajos de restauración en el escudo están casi acabados, a falta de los últimos retoques. En esa zona de intervención, en los tejados de ambas torres, también se encuentran los pináculos y las palmetas de la coronación. Dado el deterioro que presentaban -muchos habían perdido sus partes superiores y algunos de ellos incluso habían desaparecido totalmente- están siendo sustituidos todos los elementos decorativos que forman la crestería por unos nuevos de idénticas características. Para ello se seleccionaron los pináculos y las palmetas que presentaban mejor estado de conservación y se han utilizado para hacer en taller los moldes de silicona con los que se están fabricando los nuevos elementos. Tratándose de un edificio historicista, en el que la simetría de la composición y los remates de coronación tienen tanta importancia, se consideró adecuado desde el punto de vista arquitectónico recuperar la silueta original de la puerta monumental.