La sala noble del edificio consistorial tuvo ayer una actividad frenética. A los trabajos de los empleados municipales terminando de retirar los elementos ornamentales empleados en la sesión de investidura del sábado, se unieron las continuas idas y venidas, casi siempre teléfono en mano, de los concejales más cercanos al alcalde, como Ana Elizalde, María Caballero, Juan José Echeverría o María García-Barberena; y las entrevistas del alcalde atendiendo a algunos medios de comunicación, entre ellos Diario de Noticias, para conocer las impresiones del nuevo regidor en su primera jornada laboral completa.

También apareció por allí el que entonces era jefe de la Policía Municipal de Pamplona, Jesús Munárriz, que había sido citado por el alcalde. Sabía que iba a ser cesado y no se equivocó. Será otro el que se encargue de dirigir el dispositivo de seguridad de unos Sanfermines que no saben de elecciones ni de cambios de gobierno.

Ha sido un traspaso de poderes ordenado, como lo fue el anterior, que comenzó a primera hora de la mañana con una reunión entre el alcalde entrante y el saliente. Maya se va a encontrar en cada área con un expediente completo de los proyectos que están en marcha y los que están pendientes, así como sus respectivas asignaciones presupuestarias, todo lo cual permitirá conocer a los nuevos gobernantes el estado real de la ciudad, un asunto que los integrantes del cuatripartito echaron en cara a los regionalistas cuando la película fue al revés.

cambio de despachos El primer asunto que trataron ayer los portavoces municipales fue el de los despachos que van a ocupar las 4 formaciones con representación. Y es que el nuevo reparto de los escaños, con dos formaciones menos y con algunos cambios en el número de escaños, obligará a realizar algunas obras en la planta tercera.

Maya habló ayer con cada portavoz para buscar una fórmula y parece que la oferta presentada convenció a todos. Los dos representantes de Geroa Bai pasarán al despacho que ocupaba el grupo municipal de Aranzadi, mientras que el suyo será ocupado por el grupo de EH Bildu.

Como necesitan más espacio para los 7 concejales abertzales, se ha decidido que se unirá este despacho con el que ocupaba Edurne Eguino, que ayer estuvo entregando sus últimas pertenencias, y además seguirán teniendo a su disposición una pequeña sala para reuniones.

El grupo socialista también gana terreno. Seguirán ocupando su actual despacho, pero dispondrán de más espacio para sus 5 concejales ya que ocuparán una parte de las dependencias que hasta ahora ha ocupado el grupo municipal de UPN, ahora Navarra Suma. Debido a que los electos de la coalición derechista dirigirán las áreas municipales, se considera que el grupo no necesita tanto espacio como el que cuentan ahora, aunque seguirá manteniendo el despacho.

No serán los únicos cambios, eso es seguro, por lo que habrá que esperar a su grado de intensidad y cómo afectan a los ciudadanos.