El buen tiempo, la música y a las exposiciones en las calles de Pamplona hicieron que cientos de vecinos y vecinas se acercaran al Casco Antiguo para disfrutar de la octava edición de La noche en blanco y rojo. Una cita presanferminera con la que se pretende impulsar el pequeño comercio local. “Necesitamos que vengan a comprar aquí, y no a las grandes superficies”, decía Carolina Lagón, propietaria de La Zapatillera, una tienda de calzado situada en la calle Mayor.

En el programa participaron 64 comercios y establecimientos hosteleros. Una moqueta roja, un cartel y globos blancos y rojos en sus puertas indicaban cuáles eran. “Intentamos que la gente pasee y compre”, comentaba Isabel de la Hera, trabajadora en la mercería La Algodonera. Estaba “contenta” porque había “más gente” que otros años.

Nicolás Izcue salía de uno de los comercios junto a su mujer y su hija. Desconocía esta celebración, pero aprovechó los descuentos para comprar. Y es que los establecimientos ofrecieron promociones para atraer a los pamploneses y pamplonesas que disfrutaban de las actividades culturales en la calle. Por ejemplo, en la Cervecería Txirrintxa, de la calle Estafeta, de 19.00 a 21.00 horas la cerveza costaba 50 céntimos menos de lo habitual.

Otra de las propuestas de los comercios fue añadir una hora más a su jornada de trabajo. Una forma de conseguir más ventas. Katy Plaza, vecina de Pamplona que acude “todos los años” a disfrutar de La noche en blanco y rojo destacaba la importancia de realizar este tipo de actividades de dinamización para impulsar el pequeño comercio, “porque, si no, esto se muere”.