pamplona - La Plaza de Toros de Pamplona, inaugurada en los Sanfermines de 1922 durante el reinado de Alfonso XII, luce nueva cara tras la restauración llevada a cabo en la puerta principal y en varios de los elementos decorativos que incorpora.

La oxidación de los materiales de construcción, el tiempo transcurrido, la contaminación y los efectos causados por las palomas o los fenómenos climáticos habían ido dejando su huella en el edifico con lentitud pero sin pausa, hasta provocar el deterioro o rotura de algunas partes de la fachada.

Para solucionarlo, la Casa de Misericordia puso en marcha a principios de marzo el proyecto de rehabilitación, que ha corrido a cargo de la empresa Construcciones Leache. Sus responsables mostraron ayer el trabajo realizado y realizaron una visita a la zona de las obras, junto a los mandatarios de la Meca y la presencia de las concejalas de Navarra Suma María Caballero y María García-Barberena.

La arquitecta Amaia Prat explicó que los trabajos de limpieza, consolidación y restauración han tenido como objetivo recuperar la “armonía, dignidad y monumentalidad” que tenía en su estreno. Todos los elementos decorativos de la crestería han sido sustituidos por otros nuevos de idénticas características, escogiendo aquellos elementos en mejor estado para crear moldes para sustituirlos.

También se han llevado a cabo una serie de trabajos en las terrazas de coronación, se ha sustituido el sistema de impermeabilización, se ha modificado el sistema de evacuación de aguas pluviales y se ha instalado un nuevo sistema electroestático para evitar a las palomas, cuyos excrementos son muy dañinos.

El escudo republicano de Pamplona, el único símbolo que pasó por alto el franquismo, sigue en el mismo sitio, presidiendo la entrada principal del coso pamplonés. Los trabajos han tenido un coste inferior a los 200.000 euros, que han sido sufragados por la Meca.