pamplona - Después de un largo y complejo proceso participativo de casi 4 años y el firme apoyo del anterior gobierno municipal desde el inicio del proyecto, ayer quedó inaugurado oficialmente el nuevo centro comunitario para el Casco Viejo que se ubica en el rehabilitado palacio de Redín y Cruzat, en la calle Mayor, donde los colectivos y vecinos del barrio dispondrán de un espacio referencial para realizar actividades e iniciativas diversas.

También podrán hacer uso de Plazara el resto de pamploneses y asociaciones de la ciudad sin ánimo de lucro, ya que el nuevo edificio permite acoger propuestas de cualquiera que lo desee, tal y como se establece en el convenio firmado para la gestión del edificio, con una validez de 4 años, y que está sustentado en dos principios inamovibles: será un espacio público y abierto.

La inauguración se celebró a media mañana con un sencillo acto al que asistieron numerosos vecinos, representantes de colectivos y curiosos que recorrían la calle Mayor decorada a esa hora con las figuras gigantes de la comparsa del barrio y animada con la música de las gaitas y los dantzaris.

tres concejales Acudieron también representantes de la actual corporación (los concejales Joxe Abaurrea y Marian Aldaia, de EH Bildu, y Javier Leoz de Geroa Bai) pero ninguno de Navarra Suma ni del PSN, que desde el principio acogieron con suspicacias esta iniciativa -como la de Antzara en Mendillorri- con el argumento de que estaba dirigido y pensado para los afines al cuatripartito de Joseba Asiron.

Entre los asistentes también se encontraban Antso Fernández y Ana Goya, exdirector del área de Participación Ciudadana y exdirectora de Desarrollo Comunitaria, respectivamente, que fueron los responsables directos de elaborar la nueva ordenanza municipal sobre el uso de los centros comunitarios, lo que ha permitido poner en marcha Plazara con la cobertura normativa necesaria.

rehabilitación Entre los vecinos de barrio que han impulsado el proyecto ayer era evidente la satisfacción al ver que al fin ve la luz. Entre medio queda el recuerdo de las interminables reuniones para buscar acuerdos, las innumerables trabas que se han encontrado en el camino y el traslado provisional a los locales de Muebles Apesteguía mientras se rehabilitaba el edificio, que tiene 4 plantas y es de propiedad municipal desde 1983.

El Ayuntamiento ha tenido que invertir casi 700.000 euros en acondicionar el palacio de Redín y Cruzat ante el estado de abandono que presentada después de 8 años sin uso, excepto como almacén municipal en su plana baja.

La intervención ha sido integral y el resultado espectacular, con un edificio luminoso y polivalente en su interior, donde se han habilitado 18 salas de diferentes tamaños para actividades diversas (2 están insonorizadas). Cuenta con ascensor eléctrico y baños accesibles en cada planta.

estancia principal y salón Desde la calle Mayor se accede a una gran estancia, que suele ser utilizada como espacio para exposiciones, como sucedió ayer, con obras expuestas de 55 artistas locales. A ambos lados de este espacio de la entrada se ubican varias salas y despachos.

En planta primera se encuentra el salón de actos, con una mampara de vidrio en medio que permite dividir el espacio en función de las necesidades, y más salas en los laterales.

En las plantas superiores se han habilitado nuevos espacios, entre los que destaca una sala de lectura muy acogedora. En los accesos a cada espacio se ha colocado un “decálogo de las buenas prácticas”, con recomendaciones sobre el uso y limpieza de las dependencias interiores.

Colectivos como la Asociación Vecinal Alde Zaharra, Asociación Cultura Prekaria, Asociación Mejorana, Karrikiri Elkartea, Federación de Scouts Católicos de Navarra, Asociación Navarra de Activistas Sociales, Gaia-Rosa de los Vientos, SASOIA, Papeles Denontzat, Aldezahar, La Piparrika, 8/80, ICAS, Landare o Auzoenea han tomado parte en esta iniciativa. En su mayoría son del Casco Viejo, pero también ha habido colaboradores del resto de barrios ya que Plazara fue concebido, y así se mantiene, como un proyecto de ciudad.

Como centro comunitario, el objetivo de Plazara es facilitar el acceso al tejido comunitario del barrio y de la ciudad; fomentar la articulación social y la ciudadanía activa; fortalecer las dinámicas de cooperación entre las entidades sociales, la ciudadanía y las instituciones comprometidas con el desarrollo local; desarrollar experiencias de aprendizaje y capacitación socio-comunitaria destinada a los diferentes agentes sociales del territorio; o generar espacios de encuentro y reflexión de la ciudadanía activa, los colectivos y asociaciones y las profesionales de los servicios públicos del barrio y de la ciudad.

El tiempo dictaminará si la iniciativa tiene futuro. Como dijo ayer uno de los vecinos que inició el proyecto, Julián Cenoz, “si Plazara está lleno de actividades no habrá nadie que lo pueda cerrar”.

Palacio del siglo XVII. El palacio de Redín y Cruzat es del siglo XVII. Cuenta con una superficie útil total de 1.261,65 m², distribuidos en 4 plantas.

Sin uso desde 2009. En 1983 fue adquirido por el Ayuntamiento en situación de ruina. Tras ser rehabilitado, albergó desde 1988 la Escuela Municipal de Música Joaquín Maya hasta que se trasladó en 2009. Desde entonces fue almacén.

Mayo 2016. Se pone en marcha un movimiento vecinal, con el apoyo del Ayuntamiento del cambio, para habilitar un espacio comunitario en el palacio de Redín y Cruzat.

Diciembre de 2016. Primera fase del proceso participativo en la que ciudadanos, grupos o entidades sociales y culturales los aportaron sugerencias sobre los usos.

Febrero de 2019. El Ayuntamiento aprueba por unanimidad la ordenanza reguladora de los centros comunitarios, como el de Plazara.

Mayo de 2019. Se firma el convenio entre el Ayuntamiento y 20 asociaciones y colectivos para la gestión compartida del espacio.

648.833

Reforma. Las obras de rehabilitación del edificio han costado cerca de 700.000 euros.

Pendientes de un recurso de UPN. Plazara es uno de los mejores ejemplos de la importancia que el gobierno del cambio otorgó a los colectivos vecinales, atendiendo en función de las posibilidades presupuestarias las históricas demandas de espacios públicos de uso comunitario. UPN presentó un recurso, todavía sin resolver, ante la falta de una ordenanza que avalara la cesión del espacio. En mayo de 2019, 20 colectivos firmaron el convenio del Ayuntamiento que regula las condiciones de uso y gestión del edificio.