Pamplona. La perito de la defensa en el juicio contra 22 jóvenes por la ocupación del Palacio del Marqués de Rozalejo ha asegurado que la parte en la que se ubicó el gaztetxe Maravillas era segura, pero las actuaciones posteriores realizadas por el Gobierno de Navarra tras su clausura comprometieron esa seguridad.

En su declaración en el juicio, ha afirmado que las actuaciones del Gobierno "han mermado la seguridad" debido a que se levantó el pavimento de madera, a la existencia de huecos y agujeros que pueden derivar en caídas y al uso de herramientas inadecuadas en un edificio con estructura de madera.

La perito ha declarado que "el uso que se estaba dando al edificio no implicaba un riesgo de incendio", aunque ha considerado que, tras la clausura del mismo por el bloqueo de las vías de entrada, se aumentó la peligrosidad.

Según ha explicado, esta situación de bloqueo hace que sea mucho más difícil una entrada de los servicios de emergencia en caso de ser necesario, lo que se traduce también en un mayor peligro para los edificios adyacentes al tener también estos una estructura de madera y ser más fácil el traspaso de las llamas.

La perito ha puesto en duda que "levantar los suelos sea un criterio técnico" y ha apuntado que desde el piso inferior puede verse la estructura sin necesidad de retirarlo y, si se quisiese hacer una comprobación más a fondo, sería suficiente con realizar catas puntuales.

En este sentido ha denunciado también que no se realizase ningún tipo de rehabilitación en la zona trasera del edificio, que estaba más deteriorada y no fue utilizada como gaztetxe, y que "los escombros no se han retirado" tras los trabajos, quedándose acumulados en la planta inferior.

Asimismo, ha criticado la actuación en algunas zonas a la hora de retirar los suelos, indicando que "para levantar aquellos que cruzan de una a otra habitación se ha picado la parte inferior de las paredes", con el riesgo que esto implica.

En lo referente a la señalización de zonas de riesgo, la perito ha asegurado que en las visitas que ella realizó sí observó señales, balizas y zonas en las que estaba prohibido el paso por su peligrosidad.