Cientos de pamploneses presenciaron ayer los actos conmemorativos organizados con motivo de la festividad de San Saturnino, patrón de la ciudad, que comenzaron a las 10 horas con la tradicional procesión en presencia de la Corporación, La Pamplonesa, los dantzaris y txistularis municipales, clarineros y timbaleros, libreas, maceros y guardia de gala.

Sin embargo, los indiscutibles protagonistas de la mañana, al menos para las decenas de los niños y niñas y sus familias que acudieron a la plaza Consistorial, fueron los integrantes de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos. No se deben ofender por ello las autoridades civiles y ni las religiosas, pero resultó de una evidencia incuestionable cuando las grandes figuras salieron de la plaza -acompañados de una multitud de silletas y de esforzados padres y abuelos con sus pequeños a hombros- y el lugar se quedó desangelado.

Por detrás, la Corporación se dirigió hasta la parroquia de San Saturnino para recoger la figura del patrón, que encabezaría el recorrido por las calles Mayor, paseo del Dr. Arazuri, calle Nueva y regreso a la iglesia, donde a las 11 se celebró una misa.

procesión en familia Aunque el tiempo se comportó y fue mejorando conforme transcurrió la mañana, no hubo mucha gente en la procesión y el ambiente fue escaso. Unos cuantos aplausos a la figura del santo e indiferencia casi absoluta con la Corporación. El alcalde Maya tuvo algunos aplausos, como también los recibió Joseba Asiron, y se escuchó algún abucheo a cuenta de la decisión de suspender la actuación de los payasos Pirritx eta Porrotx. Resultaba más que evidente el motivo de la protestas, ya que portaban las características narices de cómico, que gracias a Navarra Suma y al alcalde Maya llevan camino de marcar tendencia en una ciudad demasiado acostumbrada a este tipo de polémicas.

Tras el oficio religioso, que se prolongó hasta las 12.30 horas, la Corporación y la comitiva regresaron a la plaza consistorial, que para entonces ya se encontraba otra vez repleta de gente, de silletas y de niños aupados para contemplar los últimos bailes de la comparsa de gigantes en su despedida del año y las dantzas del grupo Duguna en honor a los corporativos.

comida de los concejales En el Ayuntamiento se celebró a continuación una comida a la que asistieron algunos concejales y acompañantes. Por la tarde se inauguró el belén del zaguán de la casa consistorial y a las 17.45 horas se procedió al encendido de la iluminación navideña en la fachada del ayuntamiento y en toda la ciudad, en un acto amenizado por la Coral Oberena

Un año más, el cierre de los actos correspondió a La Pamplonesa, que interpretó en el Teatro Gayarre una obra estrenada en el Teatro de la Zarzuela hace 121 años.

Solo faltó Maider Beloki. A la procesión acudieron 26 de los 27 corporativos, con la única ausencia de la edil de EH Bildu Maider Beloki.

Comida de los corporativos. Excepto un edil de Navarra Suma (Arturo Lecumberri) y 4 de Bildu (Asiron, Beloki, Aranguren y Abaurrea) el resto acudió a la comida en el edificio consistorial.

Menú consistorial. El aperitivo de los concejales y sus acompañantes consistía en una crema, anchoas ahumadas, pimientos del piquillo, risotto de verduras y lomo de bacalao o cordero en chilindrón. De postre, tiramisú.

Arreglo provisional en la iglesia. La iglesia de San Saturnino ha sido objeto recientemente de una intervención de urgencia para arreglar un problema de filtraciones, que hace unos días inundó una parte de la zona del coro.