Los vecinos de Pamplona viajaron ayer hasta finales de la Edad Media. En tiempos de Teobaldo I, quien instauró la festividad del Rey de la Faba. Los reyes navarros ofrecían un día al año una comida para los niños más pobres. Los que asistían recibían una porción de rosco y quien encontrara el haba era proclamado monarca por un día

El pamplonés Aimar Irisarri Cía fue coronado ayer como nuevo Rey de la Faba 2020 ante cientos de personas que llenaron la Catedral de Pamplona para acompañar y ovacionar al pequeño de 11 años. El acto tuvo lugar a las 18.00 de la tarde en una "ceremonia peculiar" como la definió el Rey de Armas (Fernando Hualde), quien dirigió el acto, y que siguió el rito de coronación de los reyes de Navarra organizado por la asociación Muthiko Alaiak al que acudió el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y miembros de la Corporación municipal. Este acto de carácter simbólico quiso representar a todos los hombres y mujeres en un encuentro emotivo en el que el nuevo monarca entró acompañado de Doña Blanca de Navarra y el Príncipe de Viana.

El cortejo El rey navarro recibió la espada, como representación del pueblo, la corona, que él colocó sobre su cabeza tras jurar fidelidad arrodillado "a los fueros, usos y costumbres navarras" y, por último, el cetro como símbolo de poder. Una vez coronado, al grito de "Real, Real, Real" la nobleza alzó a Irisarri subido sobre el escudo que ostenta las armas de Navarra y dos dantzaris bailaron un aurresku en honor al nuevo monarca. Este año la celebración cumplió un centenario desde que Ignacio Baleztena rescató esta tradición en 1920. Desde la asociación Muthiko Alaiak quisieron hacer un homenaje colocando un cetro floral frente al panteón mientras sonaba Nostre Dame interpretado por la Capilla de Música de la Catedral "en honor a aquellos monarcas que en algún momento reinaron nuestra tierra", explicó Fernando Hualde. Los participantes en la ceremonia de coronación desfilaron desde la asociación Muthiko Alaiak hasta la Catedral, recorriendo las calles de Estafeta y Curia.

El cortejo estuvo presidido por el Rey de Armas, acompañado de heraldos y antorcheros, escuderos, dantzaris y músicos, y caballeros y damas con vestimentas de la época, a quienes les siguieron los representantes de los pueblos y villas, nobleza y clero. Desde la Peña Muthiko Alaiak y la Asociación Rey de la Faba agradecieron su compromiso al Ayuntamiento de Pamplona y el Área de Cultura, Cabildo Catedralicio, Capilla de Música de la Catedral, Campaneros de la Catedral, Ensemble de Txirimias Miguel de Arrozpide, Ensemble Danserie, Gigantes y gaiteros de Alde Zaharra, Orden de la Jarra, Vecinos de Artajona, Dantzaris y fanfarre de la propia peña.