pamplona - El área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Iruña no considera "pertinente" el uso de voluntarios para colaborar en las actividades de los escolares para realizar pasacalles o kalejiras por las calzadas -como las que se iban a celebrar con motivo del carnaval en varios colegios - por razones tan sorprendentes como la edad de los voluntarios, los efectos que la climatología podría causarles al estar al aire libre o que los conductores podrían confundirse.

El informe al que ha tenido acceso este periódico fue elaborado tras el acuerdo adoptado el 11 de febrero en la Comisión de Presidencia sobre la autorización de actividades en vía pública, en la que los grupos progresistas propusieron al equipo de Gobierno impulsar "grupos de voluntariado que puedan servir de apoyo en la vigilancia de la seguridad de los recorridos" dotándoles "de los criterios y el material necesario para ello". EH Bildu pedía en el documento que esa labor "podría ser coordinada por el grupo de Policía Comunitaria". La propuesta fue aprobada con los 6 votos a favor de EH Bildu, PSN y Geroa Bai y 5 en contra de Navarra Suma.

12 jubilados en 1999 En el informe elaborado a continuación por el área de Seguridad Ciudadana se alude a unas reuniones mantenidas en 1999 con representantes de algunas apymas ante la preocupación existente por el tráfico en el entorno a los colegios en los horarios de entrada y salida de los alumnos. Fruto de estos contactos se puso en marcha un plan piloto en San Jorge con miembros del Club de Jubilados del barrio, 12 personas, que recibieron formación específica en tareas de control de tráfico por parte de los agentes del Grupo de Educación Vial de Policía Municipal.

De la citada experiencia se extrajeron algunos datos, como que algunos padres y ciudadanos no hicieron caso de las indicaciones de los voluntarios y que los 12 jubilados, al no tener un relevo generacional, lo tuvieron que dejar al final. En base a esta experiencia, la Policía Municipal elaboró un informe para el concejal delegado de Seguridad Ciudadana Javier Labairu en el que se establecen 2 conclusiones positivas y 8 negativas sobre el uso de voluntarios.

Entre los aspectos positivos se cita que permitiría destinar a agente a otras tareas y que se conseguiría una mayor implicación de la sociedad civil con la seguridad de la ciudad.

Entre los aspectos negativos se menciona, por este orden, que la figura del voluntario no existe legalmente y que no bastaría con un cursillo para capacitarle en funciones relacionadas con la regulación del tráfico. El informe considera que los voluntarios podrían confundir a los conductores y que la cobertura en asuntos de responsabilidad civil solo afecta a los agentes de tráfico.

Seguridad Ciudadana también entra a valorar el perfil de los voluntarios -en referencia a los 12 jubilados de San Jorge- y considera que "por cuestiones de edad, los achaques propios de la misma, podrían no ir al lugar, con los consiguientes inconvenientes al centro". No se queda ahí el informe, que por si quedara alguna duda al respecto añade que "por lo anterior, el tema de la climatología que afecta físicamente a las personas expuestas al aire libre, con enfermedades, etc".

Los responsables del área consideran que habría que dotar a los voluntarios de "material y formación" y que se podrían generar alteraciones del orden público con los conductores, además del impacto social que podría tener, con una mayor visibilidad de Policía Municipal.

El informe, de fecha 13 de febrero, concluía que no era "pertinente crear grupos de voluntarios para apoyo en kalejiras o pasacalles", lo que obligó a los centros a cambiar de recorridos para evitar las calzadas e ir por aceras.