- El alcalde de Pamplona considera que las directrices para la reapertura de las piscinas "son muy duras", y apeló ayer a las administraciones tanto nacional como foral a que reflexionen sobre lo que puede ocurrir este verano si la gente se queda en las ciudades. De este modo, apuntó que, en la situación actual en que la ciudadanía no se va a poder desplazar, se va a producir una "utilización muy importante de los espacios de zonas verdes e instalaciones deportivas". "Queremos ayudar a las sociedades deportivas en los gastos para adecuar los espacios verdes a las nuevas normativas", indicó Maya que añadió que "lo más complejo será la utilización de bares y zonas comunes y de ocio". El plan de medidas contempla subvención a clubes deportivos para facilitar su adaptación postcovid.

El Gobierno no ha introducido la apertura de las piscinas en ninguna de las fases de la desescalada pero está trabajando en un protocolo a seguir en caso de que se pudieran abrir este verano. Según un documento provisional, al que tuvo acceso laSexta, el aforo de las piscinas tendrá que adaptarse para que los bañistas mantengan una distancia de dos metros, se realizarán controles de temperatura y se prohibirá el uso de toboganes o trampolines.

Maya también explicó ayer que el Ayuntamiento está trabajando con el sector hostelero para incrementar la superficie de las terrazas ante el inicio de la fase de desescalada. "Es evidente que si el sector no tiene un apoyo para equilibrar los efectos de la pérdida de aforo no podrán abrir y se acabará perdiendo empleo", agregó. Advirtió que "volver con esas ocupaciones que se están planteando imposibilitan la viabilidad de negocios, sobre todo hosteleros, que prefieren parar directamente a la fase del 50%". Y destacó que "no vamos a animar a eventos masivos que puedan poner en riesgo la seguridad de las personas" durante las fechas de Sanfermines.