- Representantes de los 8 equipos del Servicio de Acción Preventiva Comunitaria (SAPC) mantuvieron ayer una reunión con la responsable municipal de Acción Comunitaria, Conchi Mateo, donde conocieron los detalles del proyecto de ocio y tiempo libre y las intenciones del Ayuntamiento de modificar los contratos vigentes para que puedan hacerse cargo de las actividades en los 4 centros de referencia previstos para este verano, a lo que se oponen.

La reunión se celebró en los locales de la Casa de la Juventud y se prolongó durante casi 2 horas. Acudió un representante de cada uno de los 8 equipos comunitarios (Asociación Bideberri de Mendillorri, Federación Batean de Rotxapea, Federación SinarZubi de Txantrea, Asociación Aldezar, Asociación Yoar de Arrosadia-Azpilagaña, Asociación Etxabakoitz Bizirik, Asociación Buztintxureando Txuri y Asociación Umetxea Sanduzelai) y una asesora legal.

Durante la reunión, los representantes de los SAPC reiteraron su intención de mantener las actividades programadas en cada barrio y rechazaron que se puede llevar a cabo la modificación contractual que planea el área de Servicios Sociales.

Consideran además que no existe una justificación que les impida realizar las actividades que tenían previsto llevar a cabo en sus respectivos barrios y que la propuesta del Ayuntamiento es peor y reduce la oferta que por separado habían organizado.

El SPAC se define como un servicio socio comunitario municipal de infancia y adolescencia integrado en el sistema foral de protección a la infancia y adolescencia. Complementa el trabajo del programa de atención a la infancia y familia (PAIF) y su objeto prioritario es procurar la protección comunitaria de la infancia y adolescencia a través la promoción de proyectos, redes y actividades comunitarias en coordinación con los agentes del barrio, del tejido social, ámbito educativo, sanitario, otros servicios públicos y de las Unidades de Barrio de Servicios Sociales. Están distribuidos en 8 barrios y disponen de 29 profesionales en los equipos técnicos, con más de setecientos voluntarios. Participan de sus actividades más de 7.300 niños, niñas y adolescentes.

Tras el estallido de la pandemia, el Ayuntamiento de Iruña decidió el 25 de marzo reforzar los servicios sociales de base incorporando a los trabajadores de los 8 equipos preventivos.