- Ya se sabía que la particularidad de los Sanfermines de este año era que no iba a haber Sanfermines. Pero no fue hasta ayer que se pasó del dicho al hecho y que todos los llamamientos a la responsabilidad y la expectante espera desembocaron, en los barrios de San Jorge y Buztintxuri, en una agradable mañana -tintada de resignación, es cierto-, llena de sol, como cabe esperar en el mes de julio.

"Estamos dando vueltas por si alguien nos llama comentando algún problema, pero por lo pronto todo está en paz", expresaron dos policías municipales de San Jorge.

Y no podía ser de otra forma porque en la mañana de ayer, lo primero que saltaba a la vista eran las calles completamente desiertas de ambos núcleos. En Buztintxuri, algunos niños jugaban en el parque de la avenida Santa Lucía; en San Jorge, unos pocos adultos conversaban con sus padres en la plaza Doctor Gortari. Pero ningún grupo de jóvenes paseaban por las calles y en los bares no había casi personal.

El vestuario fue igual de tímido que la inauguración de las fiestas. Si bien es cierto que predominaban los colores claros -camisas blancas con rayas azules, blusas beigues, vestidos rosa pálidos, etc.- y que algunos vestían de blanco y con faja y pañuelo. "Yo me he puesto de sanfermines", comentó José Ignacio, dueño del bar Adriana, mientras servía un café a los dos únicos hombres que estaban en la terraza,"para dar un poco de ambiente, al menos".

Pero poco ambiente había en San Jorge, a excepción del bar Payvi, en la avenida Navarra, en el que un grupo generoso de jóvenes se tomaban una cerveza en la terraza. También grupos pequeños de adultos almorzaban en algunos establecimientos de la avenida San Jorge. "En este momento no hay nada de distinto. Bueno, que hemos almorzado más tarde, pero solo eso. Ahora bien, de aquí para adelante las fiestas van a tener cero que ver con otros años", explicó Sergio Sánchez. Tanto él como su familia expresaron su descontento con la situación. "Hoy nos hemos quedado en el barrio porque es lo que hay. De normal hubiéramos almorzado antes de las doce y hubiéramos subido al Chupinazo", dijo Sergio. Sus hijos, subrayaron, se habían ido, algunos "a una finquita" y otros "a casas de amigos", para celebrar de forma segura, lo cual explicaba la ausencia de juventud. "Nuestros hijos se van a comportar bien, lo que no sabemos es que harán los hijos de los otros", subrayó Sergio Sánchez.

En Buztintxuri el escenario era muy parecido al de su barrio colindante. En algunas terrazas se habían juntado grupos pequeños. "Estamos haciendo lo que dicen las autoridades: pasar las fiestas en nuestros barrios. Este año, los Sanfermines los celebramos en el extrarradio", expresó Miriam Soto.

"De aquí para adelante las fiestas las fiestas van a tener cero que ver con otros años "

Ciudadano de San Jorge