- Nuevo varapalo judicial a Navarra Suma, el tercero este verano, y de nuevo por su empecinamiento en discriminar al euskera, más incluso que lo que recoge su propia ordenanza aprobada en el último año. El Tribunal Administrativo de Navarra (TAN) ha estimado un recurso de alzada presentado por Joseba Asiron, portavoz del grupo municipal de EH Bildu, y anula "por ser contraria a derecho" la edición del calendario municipal 2020, repartido los días 19 y 20 de diciembre de 2019 y confeccionado "en dos soportes diferenciados, unos calendarios en castellano y otros en euskera", lo que rompió con la dinámica del año anterior en que fue "un único calendario bilingüe (castellano-euskera)". Este es el segundo revés que los tribunales dan a Navarra Suma referentes al euskera. El anterior fue en julio cuando el TAN concluyó "contraria a derecho" la creación de perfiles diferentes castellano y euskera para las redes sociales del Ayuntamiento.

Según resuelve el tribunal, la edición en dos soportes diferentes iría en contra del bilingüismo recogido en la Ordenanza del Euskera que aprobó en 2019 el Equipo de Gobierno anterior y que, según el recurrente, "estaba vigente en el momento de dicha actuación". Pero además, en su resolución, el TAN entiende que en el caso de la edición del calendario municipal "no concurriría", y así lo explica, "la única excepción al bilingüismo castellano-euskera en soporte único que la Ordenanza municipal de 2020, aplicable al caso, contempla (el excesivo volumen de la publicación)", ya que dicho volumen "no variaba, pues cada mes seguía ocupando una sola página", por lo que es claro y concluye que "el Ayuntamiento debió editar así el calendario municipal del año 2020", con "un único modelo del calendario redactado simultáneamente en castellano y euskera".

Si la resolución del Tribunal Administrativo es rotundamente contraria a la actuación de Navarra Suma, es aún más implacable frente a los argumentos que en defensa del Equipo de Gobierno dio el letrado municipal, señor Pérez Remondegui, para separar idiomas en soportes diferentes. Porque en sus alegaciones, el Ayuntamiento aducía a que la utilidad de un calendario radicaba en que las personas de la Tercera edad conozcan el santoral y las festividades y dispongan de un hueco amplio, a modo de agenda para escribir "lo que impide el uso del bilingüismo en un único formato". Es decir, que podría resultar "muy voluminoso".

El TAN es claro: "Si fuera cierto, como sostiene el Ayuntamiento, que sus destinatarios eran (y son) las personas de la Tercera Edad, no se repartirían con carácter general a todo el vecindario". Tampoco, según considera la resolución, "puede invocarse a favor del (gran volumen) del calendario la necesidad de referirse actualmente al santoral", ya que eso "no es, bajo ningún concepto, un imperativo en un Estado que proclama en su Constitución la aconfesionalidad". En tercer lugar, "tampoco puede decirse que el objetivo de un calendario sea necesariamente su uso a modo de agenda", porque, si así fuera, serían incompatibles las fotografías de Pamplona que adornan el mismo".

Pero además, considera el Tribunal Administrativo, de cara a rebatir los argumentos de Navarra Suma. que en el calendario bilingüe de soporte único del año 2019, "además de cumplirse la Ordenanza municipal" que "prescribía", tanto "para el calendario de ese año 2019, como también para el del año 2020, el uso del castellano y el euskera en un único soporte", había "suficiente espacio en el recuadro de cada día como para poder hacer todo tipo de anotaciones". En otras palabras: "Las escasas palabras impresas en un calendario que han de ser traducidas" (apenas días de la semana y del mes y alguna escueta referencia más en un lateral) hacen "que la afirmación municipal acerca de la dificultad para consignar estas menciones en cada página del calendario resulte sencillamente carente de sostén".

La resolución, contra la que cabe recurso, es de esperar que pueda tener continuidad en futuros dictámenes, ya que hay varias más pendientes en la misma línea.

2.000

La edición de dos calendarios diferentes, uno en castellano y otro en euskera por Navarra Suma, supuso al Ayuntamiento de Pamplona "el gasto de algo más de 2.000 euros adicionales", en concepto de "maquetación y diseño de los dos soportes". Así, la factura del calendario del pasado año fue de 10.647 euros y la de 2019 fue de 12.853,09 €.

Otros recursos pendientes. Quedan pendientes de resolución otros recursos de reposición presentados por EH Bildu sobre "incumplimientos" similares de la Ordenanza del Euskera en actuaciones de Navarra Suma en el Ayuntamiento. Así, contra el eslogan en castellano del pañuelo gigante de la fachada del Ayuntamiento y el cartel gigante de Los Viviremos (ambos presentados el 20 de julio), y contra la cartelería de las obras de reurbanización de las calles de la Txantrea (este también de reposición, del 28 de julio).

A los dos varapalos judiciales referentes al euskera del último mes, se suma también que, a comienzos de julio, el Tribunal de Contratos de Navarra anuló el cambio de contrato de Navarra Suma a los Equipos Preventivos. El Equipo de Maya lo va a recurrir.

"El volumen de la publicación (una hoja por día) permitía el uso de un único soporte bilingüe"