el actual paseo de Sarasate llevaba el nombre de paseo de Valencia. Tal denominación no provenía de la ciudad del Turia y no había tenido refrendo oficial, sino que se la había puesto el pueblo soberano por cierto notario, natural de Bargota y de apellido Valencia, que había residido en la zona en la década de los años 1850. Y no sería hasta 1903 cuando el Ayuntamiento decidiría, de manera oficial y definitiva, dedicar el boulevard al insigne músico pamplonés.

La fotografía, obtenida en una soleada mañana de invierno, muestra la calzada del paseo ocupada por un escuadrón de Caballería. El desfile va encabezado por un oficial con cara de malas pulgas, al que sigue un grupo de militares tocando cornetas. Al fondo a la izquierda se distingue el hastial que hacia el paseo ofrece la iglesia de San Nicolás, y en las aceras tan solo se ven unos pocos espectadores, sobre todo niños ataviados con txapela y blusón.

gracias a las obras de amabilización de la zona, el paseo está destinado al tránsito preferente de peatones y bicicletas, y cada vez es más difícil ver circular por ella vehículos a motor. De caballos ya ni hablamos. Y es de esperar que a lo largo de los próximos años este importante boulevard pamplonés recupere la importancia que en su día tuvo, y que sin duda merece. Una configuración que responda a los actuales usos en materia de ocio y movilidad.

En cuanto a los militares de la foto antigua, pertenecían a una unidad denominada Cazadores de Almansa. Llegaron a Pamplona de guarnición en 1899, procedentes de Cuba, donde habían participado (y perdido) en la guerra de independencia de la isla caribeña. Y estando acantonada aquí, parte de la unidad fue destinada a ir a Marruecos, a la denominada Guerra del Rif (1911-1927), otra aventura imperialista en la que no se nos había perdido absolutamente nada.