Los trabajadores de la residencia geriátrica El Vergel, situada en la Vuelta de Aranzadi, denuncian públicamente que el Ayuntamiento de Pamplona, a través de la Policía Municipal, está poniendo “trabas” al desarrollo de su actividad, facilitando que los vehículos particulares que acuden a recoger al alumnado del colegio El Redín, ubicado justo en frente, aparquen en dobles filas sobre la raya continua amarilla, “obstaculizando” incluso las entradas y salidas a la residencia El Vergel, y, además, “amenazando con sanciones y prohibiendo el tránsito por un tamo de la carretera cuando coincida con la salida del colegio”, alrededor de las 15.00 h..

Según explicó a este periódico Nekane Sánchez, empleada y una de las representantes de los trabajadores de El Vergel, la semana pasada ya recibieron vía sms una notificación de la dirección del centro en la que desde Policía Municipal se informa al personal que “cuando salgamos en el horario que coincida con las salidas del Colegio de El Redín”, entre las 14.30 y las 15.15 del mediodía, “debemos dirigirnos hacia nuestra derecha, es decir, dirección parque de Aranzadi”, ya que “al hacerlo en sentido contrario estamos invadiendo el carril y podemos ser multados”. Esto obliga a los empleados de la residencia a dar toda la vuelta de Aranzadi “1.450 metros, frente a 90 metros de la salida habitual a la izquierda”, un agravio comparativo, según opinan, con respecto al colegio, porque “nos guste o no, los coches que aparcan para recoger a los hijos e hijas tienen permiso para ello en ese tramo horario del mediodía”.

La salida del centro escolar, escalonada desde las 14.30 horas y hasta pasadas las 15.00 horas, coincide además con el fin del turno de mañana de la residencia El Vergel, a las 15.00 horas. “A esa hora, salimos unas 80 personas, y aquellas que van andando tienen que ir entre coches, porque las aceras están ocupadas por las segundas filas, y toparse incluso con el camión de la basura (en la imagen, abajo, se ve), que pasa a esa hora”.

Colapso a ambulancias La representante también incidió en que lo que es más grave, esta medida que prioriza las segundas filas “plantea problemas añadidos colapsando la entrada de ambulancias, taxis u otros vehículos” que dan servicio. “¿Qué pasa si un residente entra en parada o se atraganta? ¿Puede acceder y salir con facilidad la ambulancia? Pues no”, afirma Sánchez, quien lamenta que se dificulte la atención de población vulnerable como es la de El Vergel.

Como solución, recuerdan que hace años ya había un acuerdo por el que se permitía parar los coches del centro escolar en la línea amarilla, “pero una vez pasada la entrada de la residencia” y añade que el colegio podría dejar para aparcar los coches el patio.

Del Gobierno de Navarra. El Vergel tiene 155 residentes y 120 empleados.

Paseos por la carretera. Aunque los residentes hace unas semanas que no pueden salir, por la covid, cuando salgan tendrán que pasear “por la carretera”.

“A esa hora, sobre las 15.00, puede haber una urgencia y no se puede salir”

Trabajadora de El Vergel