a localidad, situada en el cono llano de Etxauri y Sarbil, ocupa 2,2 km2 y a 400 metros de altura al suroeste de en la Merindad de Pamplona. Es Ayuntamiento propio y alberga una población aproximada de 80 vecinos.

Echarri-Etxarri, que es su denominación oficial en nomenclator navarro, se distingue por varios aspectos, pero destaca el compromiso para con su patrimonio natural y cultural. Bien lo define el título que se auto adjudica: Etxauribar lanean, un valle en marcha, que, siendo realidad, es ejemplo de compromiso con el cambio climático y el cuidado de sus bienes.

Simbiosis perfecta que se pudo disfrutar hace escasas fechas. Por un lado, su caserío: Casas, alguna blasonada, con perfecta imagen corporativa en sus respectivas denominaciones. Y con tres hitos arquitectónicos sabia y perfectamente rehabilitados. Son la antítesis del Ecce homo que ha dado que hablar sobre la reparación del pamplonés puente de Santa Engracia. A pie de carretera, su lavadero, su fuente datada en 1868 y la iglesia de San Esteban. El templo está presidido por un retablo romanista de gran valor. Y, por otro, la acción de la plantación de más de dos centenares de olmos, parte del denominado como Proyecto Zumar.

Hace varios años el Ayuntamiento de Etxarri repobló con especies autóctonas varias parcelas comunales en Otakadia y el Soto. En esta ocasión se trató de completar dichas plantaciones con olmos paridos genéticamente para liberarlos de la temible enfermedad de la grafiosis. El auzolán de tres decenas de voluntarios de la plantación de estos zugarros, como llamaban a los olmos los más mayores del pueblo, estuvo prologada por la estudiantes de Biología Ana Sánchez Alcázar, de Murcia, y la navarra Goizane Viedma, de Elía y Burlada. Al quite de todo, el activo alcalde Txema Odériz Azcona. Zumar suma y revive su campo gracias a la colaboración de cuatro entidades: el propio ayuntamiento del Etxarri, la Asociación ReforestAccion Nafarroa, el Ministerio de Transición Ecológica, que en esta coacción ha aportado sin coste alguno más de 300 olmos, y Un árbol por Europa, que es una iniciativa del Parlamento Europeo que aglutina a los ayuntamientos que, plantando árboles, potencian el desarrollo sostenible en el ámbito local y retan a los jóvenes a tomar conciencia y actuar de forma decidida sobre la sostenibilidad local. Cinco entidades que sin la voluntariedad de los vecinos y vecinas de cada pueblo, en este caso Etxarri, no sería posible.

El estado de conservación de la iglesia de San Esteban es perfecto. La visibilidad del rito cristiano aún está presente los domingos a las 13.00 horas de la mañana. La fábrica es en origen de época medieval, pero fue reconstruida con buena clase sobre sus cimientos a mediados del siglo XVI. Responde a una planta única de tres tramos más cabecera poligonal. A los lados hay dos capillas-hornacinas a modo de crucero. El espacio se cubre con tres tramos de bóvedas de terceletes y, la cabecera, con bóveda de paños. Las capillas están cubiertas con medio cañón. El coro está sujeto por un admirable arco de traza renacentista. Al exterior, la torre se sitúa a los pies de la nave. El pórtico, bien renovado en época moderna, cobija una portada abocinada de 4 arquivoltas sobre impostas y pilastras, donde destaca una rítmica guardalluvia con tondos.

Dicho antes, su retablo mayor manufacturado entre 1579 y 1598, tiene gran valor y está muy bien conservado. La escultura del retablo es de excelente calidad, tanto las esbeltas y elegantes tallas como los relieves. En el banco se presentan relieves de los Evangelistas, pasajes del evangelio, y las tallas de San Juan Bautista y San Martín. En el segundo cuerpo ocupa la hornacina central una talla de la Virgen con el Niño, sedente, gótica del siglo XV, flanqueada por San Miguel y San Sebastián. En el tercer cuerpo, la talla de San Esteban con las piedras del martirio en su regazo, flanqueada por las tallas de San Gregorio y San Antón. La policromía del retablo es cuidada y se contrató en 1615, restaurándose en 1978. El ático con caja central entre machones coronada por frontón triangular con Dios Padre y aletones laterales con figuras desnudas. También tienen su aquél valioso la pila bautismal del renaciente XVI y un lavamanos.

La sacristía alberga un valioso tesoro de orfebrería bien protegido. Destaca un cáliz del XVI, unas invetas del XVIII. Y dos cruces parroquiales.

Viendo una de esas cruces y sus sombras parecen invitar a la transversalidad patrimonial. En plan de que se la lleven al campo San Esteban y San Isidro para, tras almorzar y blandir azada, bendecir a cada zugarro. Salud y larga vida.