Algunos de los ataques a viviendas comenzaron a finales del año pasado, pero la pesadilla continúa en lo que va de 2021. Una oleada de robos tiene en vilo al barrio de la Txantrea, y los vecinos no dan crédito a que esto esté pasando desde hace semanas sin que los culpables sean puestos a buen recaudo. En casos, además, los asaltos a las viviendas se han dado mientras sus ocupantes dormían en sus casas, generando una gran "sensación de miedo e inseguridad entre el vecindario", dicen. Entran por los patios traseros, a media noche, y los vecinos no entienden "¿cómo es posible que en una situación de pandemia como la que estamos viviendo, con restricciones horarias, se estén dando todos estos robos?"."Me levanté a las cinco de la mañana, porque oía ruidos, y me encontré a una pareja en el pasillo de mi casa". El testimonio, que a cualquiera pondría los pelos de punta, está últimamente a la orden del día. Este vecino de la parte vieja de la Txantrea (se han omitido nombres y calles para garantizar su anonimato) sufrió este asalto a su domicilio a principios de febrero.

Entraron por la ventana, desde la zona ajardinada de la parte trasera: "Nunca habíamos vivido algo así", señala y añade que "tengo 60 años, soy del barrio de toda la vida, y ahora voy a tener que poner rejas en las ventanas". En su caso, recuerda que su primera reacción fue "enfrentarme a ellos", y tuvo suerte porque no le hicieron nada: "Me vieron y se fueron corriendo". Denunció el caso a la Policía, pero aún no han encontrado a los asaltantes: "Esta era una zona tranquila, pero ahora parece que está viniendo todo de golpe". De hecho, la puerta de su portal ya han intentado reventarla en dos ocasiones. Otro residente en la misma zona añade que "si se ponen a la tarea e investigan bien los pillan, porque esta gente dejará muchas pistas".

Se calcula que solo en los últimas dos semanas ha habido media docena de ataques y robos, pero son más de una veintena los que recuerdan vecinos y comerciantes. Las zonas de los robos son diversas, aunque al tratarse la Txantrea de un barrio con casas bajas y patios de manzana, les resulta fácil acceder. Hay denuncias de ataques a viviendas de las calles cercanas a la UDC Txantrea, pero también en domicilios del otro lado de la calle San Cristóbal, en bajeras de la plaza de Ezkaba y comercios de la plaza de Puente la Reina, más cerca del IES Irubide. "En casos usan una barra de uñas (una palanca metálica) y revientan las puertas", y en los comercios tiran de maza y rompen los escaparates.

"REVIENTAN EL CRISTAL"

Una comerciante de la plaza de Puente la Reina ha sufrido ya dos ataques: "El primero fue en navidades, a la 1 de la madrugada. Les oyeron los vecinos y se fueron corriendo, pero yo me tuve que quedar toda la noche en la tienda con el cristal reventado, hasta que se hizo de día". La siguiente vez fue, con el mismo método, hace una semana: "Tampoco les dio tiempo, pero me forzaron las cerraduras de las dos puertas".

Desde entonces va con miedo a trabajar, "porque abro muy pronto", y eso que ha tenido que invertir "un dineral en poner alarmas y cámaras de vigilancia", dice y añade que aún no ha sabido nada de la policía. "Hay preocupación en el barrio, porque vive mucha gente mayor y está con miedo". "No sé qué está pasando, que tipo de gentuza está viniendo por aquí". En pocos días han asaltado la panadería y la pescadería de la plaza Puente la Reina y hay una vecina de la zona que también ha tenido varios sustos en su vivienda.

Más cerca de la calle San Cristóbal otro vecino de la Txantrea de toda la vida se ha visto también afectado por los asaltos. Los pilló dentro cuando llegaba a casa, alertado por una vecina que oyó ruidos: "Me dijeron Te hemos limpiado la casa, como riéndose". Fue hace dos semanas y tenían "muchas cosas preparadas, todos mis objetos personales, en bolsas para llevárselos". Pero lo serio es que, además, se encontró restos de sustancias en su vivienda, pastillas y otro tipo de drogas, y una de las palancas con las que habían accedido a su domicilio. En su caso era además la segunda vez que accedían a su domicilio. La anterior, a finales de septiembre pasado, le dejaron prácticamente sin nada, aprovechando que estaba fuera: "Televisiones, sábanas, dinero, el microondas, hasta un radiocasete viejo y esos DVD que hoy ya no quiere nadie", dice. Pero es que, además, ya tenían previsto llevarse hasta la vitrocerámica: "Si llego a llegar un poco más tarde se llevan la cocina entera". De aquello pudo recuperar algo, porque se pilló a los ladrones dentro de una vivienda del barrio que habían asaltado y donde tenían mucho de lo robado. Pero no ha sabido más de la Policía.

MOVIMIENTO VECINAL

Los vecinos y vecinas tienen claro que algo está pasando. No hay miedo y por eso están comenzando a organizarse para plantar cara a esta situación. "¿Con qué sensación de impunidad se mueven estos delincuentes que no se conforman con robar una sola vez?", se preguntan y añaden que "hay más Policía que nunca, pero ¿hacia dónde mira la Policía?". Ellos dicen sentirse "indefensos porque creemos que estas bandas actúan con total impunidad".

"Dejad de perseguir a los jóvenes de nuestro barrio y dedicaos a atrapar a los verdaderos delincuentes que asaltan y roban en nuestras casas y comercios", concluyen. Ya tienen previstas varias movilizaciones.

"Me levanté a las cinco de la mañana porque oí ruidos y vi luz en el pasillo, y me encontré a una pareja"

"Me toca abrir a las 6 de la mañana y voy con miedo a trabajar, porque igual hay alguien en la tienda"

"Los pillo y me dicen como riéndose:

'Te hemos limpiado la casa'. Tenían todo listo en bolsas"