Los pescateros del Mercado del II Ensanche están “indignados, desconcertados y desesperados” tras conocer recientemente que un conducto de ventilación atravesará sus pescaderías, en el marco de las obras de rehabilitación del mercado. Una instalación, afirman, que perjudicará “gravemente” a su género porque “el aire va a ir directamente a nuestros pescados, que están expuestos al cien por cien y se van a secar”, lamentan.

El pasado martes, 25 de mayo, las pescaderías recibieron una carta procedente de los Comercios Minoristas de Pamplona (Comiruña), en la que se les comunicaba que a partir del próximo lunes 31 de mayo, se procedía a “actuar” en la zona, en el marco de las obras de rehabilitación del mercado.

La escueta nota decía que los trabajos a realizar serían “la reubicación de máquinas frigoríficas, de producción de hielo y desplazar elementos de mobiliario que afectan a la colocación de estructura”. El escrito no especificaba, defienden los comerciantes, que con “estructura” se hacía referencia a un conducto de ventilación.

Entonces, ¿cómo se han enterado los comerciantes afectados? Elvira Clemos Martínez, que regenta La Pescadería de Elvira, asegura que hace dos semanas “un personal de obra estaba mirando por dentro mi puesto y le pregunté qué sucedía. Me contenstó que la máquina que produce hielo y el motor de la cámara frigorífica había que moverlos porque por ahí iba a pasar un conducto de ventilación de 50 por 50 centímetros”.

En su caso, su puesto es el más perjudicado, también le mueven el cuadro de luces, el embellecedor de madera, la fregadera y la caldera. “No me dicen nada y de repente me encuentro con que me trastocan todo mi puesto”, critica.

El comunicado de Comiruña garantiza “la actividad diaria de cada puesto de forma habitual”, una posición que los comerciantes no comparten. “Si desplazan mis dos máquinas de hielo y los motores de las cámaras frigoríficas no puedo mantener fresco el pescado y se va a estropear porque es un producto perecedero”, se queja Fermín Ilarregui, que lleva 46 años trabajando en Pescados Presen.

Ante esta tesitura, muchos de ellos no saben si adquirir género para la próxima semana. “El lunes me llaman mis proveedores para comprar el pescado, pero si me van a mover las dos partes fundamentales de una pescadería -la cámara frigorífica y la máquina de hielo- ¿qué voy a hacer? ¿dónde guardo el pescado?”, pregunta Elvira.

Además, critican la falta de información y que no les hayan comunicado qué van a hacer con las infraestructuras que a partir del lunes van a mover. “No se nos ha explicado nada. ¿Qué se va a hacer? ¿Se va a mover un motor, todos o ninguno? Es que no tenemos ni idea”, lamenta Luis Tejada, de la Pescadería Bados. “Solo nos han dicho que nos van a mover las máquinas, pero no sabemos cuáles y a dónde las van a llevar. Tenemos derecho a la información”, incide Fermín.

“Pescado seco”

Los pescateros indican que el conducto de ventilación perjudicará “gravemente” a su género. “Tendré que aguantar hasta los días que me jubile, que me quedan muchos, un conducto de ventilación encima de mi cabeza que va a desprender calor y frío, que va a perjudicar mi género y los clientes que no están informados de nada se van a lamentar. Que aquí nos dejamos la piel, que somos autónomos, que día que no abrimos no cobramos y que ahora vengan con esto...”, censura Elvira. En la misma línea se expresa Fermín: “El conducto va a tirar aire y va a secar el pescado”. Y Luis subraya: “Nuestro género es muy perecedero y así se va a estropear”.

Por todo ello, se oponen a que el conducto de ventilación pase por sus puestos y exigen una modificación del proyecto. “Debemos buscar alternativas que no perjudiquen a nadie”, defiende Fermín. “No tiene por qué pasar por el interior de una pescadería, tienen mucho más sitio y pasillos en el mercado”, opina Elvira. Y avisan: “Somos seis pescaderías, pero u mercado sin pescadería no es nada”.