"Es todo un orgullo coger el relevo de una farmacia que ha sobrevivido a guerras, crisis y pandemias", asegura Esther Arnedillo Astráin, una farmacéutica que acaba de aterrizar en la Farmacia Gárate, en la confluencia entre las calles Curia 2 y Calderería 1, un negocio emblemático del Casco Antiguo de Pamplona con casi 150 años de historia.

El origen de este histórico establecimiento se remonta a 1873, cuando Manuel Mercader abrió la farmacia en el número 18 de la calle Mercaderes. Siete años más tarde, en 1880, Manuel se trasladó a su actual ubicación, donde ha permanecido abierta hasta la actualidad.

Esther adquirió la farmacia el 1 de octubre del año pasado y a pesar de que fue "una decisión rápida", reconoce que hacerse cargo de un negocio más que centenario no es lo mismo que dirigir uno que lleva pocos años en activo. "Hay una presión extra porque te sientes protagonista de una historia que consideras importante y quieres que siga adelante y no pare. Te sientes responsable de seguir con esta andadura y que sobreviva tantos años después, que no es nada fácil", reconoce.

La farmacéutica decidió coger este local mítico del Casco Viejo de Iruña por varios motivos: por la historia que hay detrás de ella -le apasionan las farmacias antiguas-, porque "es una farmacia de barrio, de los vecinos, para ellos es su casa" y porque "la conocía desde hace muchos años y me daba muy buenas vibraciones. Además, Esther conocía a la anterior titular, Sagrario Gárate, con la que ha mantenido una "muy buena" relación.

Antes de que le cediera el testigo, su predecesora le dio un consejo que considera fundamental: "Cuidar muchísimo a la gente, que es lo que más se valora en una farmacia", señala.

Y el consejo se ha transformado en un propósito, ya que quiere seguir ofreciendo "cercanía, ayuda y trato personal a la clientela, que es la base de esta farmacia porque llevan muchísimos años viniendo", promete.

Algunos de ellos, subraya, toda su vida y ahora acompañados por las generaciones venideras. "Me encanta que abuelos, padres y nietos de una misma familia vengan a la misma farmacia. Es muy enriquecedor porque conoces muchísimo a la gente y cuando sabes más sobre ellos tienes más posibilidades de ayudarles mejor en todas sus necesidades y conseguir que esta farmacia siga siendo su casa", finaliza.