lodosa - El pasado jueves los trabajadores de la empresa TEX se encargaron de derribar el inmueble de la calle San Miguel número 1, el edificio que estaba anexo a la basílica de Montserrat y que, debido a su mal estado, el Ayuntamiento adquirió para después demoler.

La compra, hay que recordar, se hizo por 26.000 euros y los trabajos de derribo han ascendido a 18.000 euros. Se trata de una actuación prevista desde hace semanas por el Consistorio y que se enmarca en la batería de actuaciones que han tenido lugar estos días en el entorno de dicha basílica y que fueron recomendadas por los técnicos de la Institución Príncipe de Viana.

Además, los empleados de la misma firma se han encargado, con otra partida de 16.000 euros, de quitar el arco que cruzaba la calle y que no asentaba bien en ninguna de las paredes, han desescombrado y rebajado la altura de la pared en la que se apoyaba este arco y, además, desmontaron la espadaña que lucía en lo más alto de la iglesia.

Todo ello, explicaban, con el objetivo de asegurar la zona que, desde hacía semanas permanecía cerrada al tráfico y a los peatones y que ya han reabierto.

a largo plazo De acuerdo con el alcalde, Pablo Azcona, el Ayuntamiento ya ha solicitado una memoria que valore la posibilidad de habilitar allí un espacio o plaza pública puesto que, la idea a más largo plazo es la de rehabilitar el edificio para que haga las veces de edificio multiusos y que albergue actividades culturales y de ocio. De hecho, en esa memoria han pedido diferentes alternativas de uso para la iglesia para después, tal y como recalcaba el primer edil, poder solicitar financiación externa puesto que se trata de un proyecto que requeriría de una gran inversión.

Además, y para conservar el patrimonio local, la idea es, también en un futuro, volver a reconstruir el arco que han desmontado tal y como era en su día; un pasillo o pasarela que cruzaba de un lado de la calle al otro conectando dos edificios.