- Ayer no fue un día cualquiera en San Adrián y, sin embargo, los vecinos estuvieron a la altura de las circunstancias y la responsabilidad y la prudencia se impusieron a la diversión y las ganas de festejar. Y es que a las 12.00 horas el Rebote, que todos los 24 de julios luce esplendoroso, estaba casi desierto; salvo por el amplio despliegue policial y por alguna cuadrilla que no pudo evitar acercarse hasta este punto de unión y conexión. Aunque hubo numerosos almuerzos en este inicio de las no fiestas, lo cierto es que a mediodía lo que más expectación generó fue una boda que tuvo lugar a esa misma hora.

Cohetes y aplausos al son del repicar de campanas tuvieron que bastar para afrontar este día en la localidad ribera.

Si alguna entidad o colectivo, además de la asociación de Mujeres Adrianesas y Viceversa o de los jubilados entre otros, tenían un papel destacado durante esta semana, esas son las peñas: El bombo, El Follón y El Moscón. Con sus actividades y su agenda llena de actos complementarios logran reunir durante los días festivos a pequeños y mayores. Resignados y nostálgicos pero sabedores de que la suspensión de las fiestas era la decisión acertada, explican qué supone esta cancelación para los adrianeses.

"Es cierto que desde que se suspendieron San Fermín veíamos acercarse el efecto dominó y a día de hoy están suspendidas prácticamente las fiestas de todas partes. No nos queda otra que aceptarlo y tenemos varios proyectos a la espera de que las condiciones sanitarias nos lo permitan", exponían desde El Moscón, mientras que desde El Follón aseguraban que "por un tiempo tuvimos la esperanza de que mejorara la situación y pudiésemos hacer unas fiestas diferentes. Pero viendo cómo ha evolucionado todo, lo más lógico y lo correcto era un 'julio en blanco'.

Del mismo parecer son los miembros de El Bombo que explicaban que esta cancelación supone "cerrar un año en blanco" puesto que el grueso de su actividad se concentra en estas fiestas.

Aunque desde las tres peñas reiteran que la situación es "muy dura" y que "hay que hacer caso al sentido común", el sentimiento "es de profunda tristeza y para algunos, también de vacío, porque son muchas las horas que le dedicamos a la peña todos los años en estos meses y ahora nos falta algo. Nunca habíamos vivido una situación tan dramática y queremos aprovechar para enviar nuestro apoyo a todos aquellos que han sufrido o perdido a alguien debido a la pandemia y mucho ánimo a los que ahora están enfermos para que puedan superarlo".

Estos días debe prevalecer la responsabilidad individual y colectiva. De hecho, desde el Ayuntamiento y otras entidades han hecho un llamamiento a la cordura y a la prudencia y sentido común.

Tanto es así que estas peñas, las almas festivas, no han convocado ningún acto con el objetivo de que no tengan un efecto llamada. Desde el Bombo aseguran que "estábamos a expensas del local para este año, pero al no tener sede no colocaremos ningún tipo de propaganda ni información. Tampoco están los ánimos como para echar cohetes, por lo que pasaremos las fechas con la máxima resignación", y desde El Moscón apuntaban que "hemos ofrecido a nuestros socios unas banderas para colgar en los balcones, con un diseño digital y moderno de la mascota, que ha realizado Luis Carlos Pellejero. Con ello pretendemos obtener algunos ingresos, ya que también nos hemos quedado sin subvención, y así animamos el pueblo desde las casas, ya que no podemos hacerlo desde la calle.

Entre las cosas que más echarán de menos coinciden en destacar las degustaciones, las rondas con las charangas, las catas, el blusón atado a la cintura, el chupinazo, el tardeo, los encierros, la banda, la procesión o los almuercicos.

Las peñas, pilar fundamental de las fiestas adrianesas, aportan su granito de arena, tal y como reconocen, con animación, alegría, buen humor y actos para todos los gustos y edades. "En San Adrián las peñas son muy importantes, suman muchísimas actividades, horas y horas de música y diversión por las calles, reúnen a gente de todas las edades y condiciones. Son su alma y su motor", alegaban desde El Bombo.

De momento, y de cara a retomar la actividad, las tres peñas aseveran que "volveremos" aunque prefieren no marcarse fechas ni expectativas puesto que todo dependerá de la evolución del virus.

Las peñas, estas almas festivas, llevan muchos años de trayectoria a sus espaldas. Y es que, el Bombo, por ejemplo, fue la primera en abrir camino en el año 1977. En la actualidad, explicaban, preside la entidad Leticia Urdaci y tienen algo más de 350 socios.

Por otro lado, El Follón, que se fundó en 1978, ronda los 500 socios. Este año, explicaba el presidente, Hugo Navarro, en junio, durante el Día del Follonero, hubieran hecho el cambio de roles entre él y Marta Ezquerra, la anterior presidenta, en un acto que esperan celebrar en el 2021.

Mientras que El Moscón, que también nació en el año 1978, cuenta en la actualidad con casi 700 socios, una cifra que ha ido aumentando poco a poco. De hecho, aseguran, han pasado de tener muchos niños a ser mayoritariamente jóvenes. La entidad la preside en la actualidad Pedro Salcedo aunque, destacaban, "toda esta movida nos ha pillado en plena renovación de estatutos y de relevo generacional en la junta directiva".

La unidad, el apoyo, el hecho de colaborar en una entidad sin ánimo de lucro, el buen ambiente, la alegría, las risas, la diversión o el compromiso son algunas de las cuestiones que hacen que estas peñas y estos peñistas sigan al pie del cañón año tras año. Este 2020 harán un pequeño y obligado parón pero están convenidos de que volverán con más fuerza y gritarán a los cuatro vientos: "¡Viva las fiestas de San Adrián! ¡Viva las Santas Reliquias! Adrianeses, adrianesas, aquí nadie es forastero. ¡Viva San Adrián! ¡Viva San Adrián! ¡Viva San Adrián! Ya queda menos para el 2021".

El alcalde adrianés Emilio Cigudosa, además, con un comunicado se ha dirigido a sus vecinos apelando al compañerismo, responsabilidad y solidaridad. "No puede quedar en el olvido el incansable esfuerzo de todos los que han tenido que trabajar durante los momentos más duros de la pandemia, con miedo al contagio y en condiciones muy precarias. No puede quedar en el olvido el comportamiento modélico de la sociedad en general y de la adrianesa en particular. Llegan unos días difíciles para toda la población de San Adrián, pero debemos exigirnos nuevamente un esfuerzo, debemos contener las ganas de fiesta, de reencontrarnos, de abrazarnos y besarnos".

Por este motivo, y muy a su pesar, pidió "que este año no bote el rebote", algo que los vecinos cumplieron escrupulosamente, y que "no celebremos hoy, para poder disfrutarlas mañana".

Fundación. Fue la primera de las tres, en 1977.

Presidenta. Leticia Urdaci.

350

Desde El Bombo, con 350 socios, aseguran que ser peñista en San Adrián compensa por el buen ambiente y el grupo que se crea.

Fundación. En 1978.

Presidente. Hugo Navarro le ha tomado el relevo a Marta Ezquerra.

500

El Follón cuenta con unos 500 socios y, entre los actos que más echarán en falta, están las degustaciones a mediodía.

Fundación. En 1978.

Presidente. El cargo lo ostenta Pedro Salcedo.

700

Están en continuo crecimiento y ya cuentan con 700 socios, la mayoría jóvenes. Estos días apelan a la responsabilidad.

"Animamos a todos, con resignación, a estar alegres puesto que ya falta menos"

Miembro de la Junta El Bombo

"Durante un tiempo tuvimos la esperanza de poder celebrar algo"

Presidente El Follón

"Esperamos que vuelva pronto la fiesta pero que la vivamos todos"

Presidente El Moscón