La localidad ribera va a acometer después de Semana Santa una serie de actuaciones en el casco urbano para mejorar la accesibilidad, trabajos que se alargarán hasta octubre y que los llevarán a cabo dos trabajadores que el Ayuntamiento contratará gracias a una subvención del SNE.

En este caso, explicaba la alcaldesa Lourdes San Miguel, la idea es ir adecentando los puntos que Amife les recomendó en base a ocho itinerarios que establecieron y, en esta ocasión, se van a centrar en la mejora de rebajes y señalización así como en la adecuación del firme en el Paseo Central, a ambos lados de la calle Azuda, en la calle Navarrería y en un tramo de la calle Roncal.

Además, terminarán con las barreras arquitectónicas del parque de El Medianil y habilitarán un paso peatonal de la calle San Juan.

El Ayuntamiento va a contar para estos trabajos con dos personas, un oficial de segunda y un peón a jornada completa, que estas semanas se están sometiendo a las pruebas precisas.

La contratación de ambos supondrá un desembolso de 23.591 euros de los que una parte sufragará el Servicio Navarro de Empleo.

Una vez que concluyan las obras, puntualizaba San Miguel, irán solventando los tramos que quedan en el reto de itinerarios y, además, estudiarán las mejoras de la accesibilidad en los edificios públicos.