Pronto se cumplirán diez años desde que un grupo de lakuntzarras comenzó a ofrecer apoyo escolar a niños y niñas de familias migrantes que vivían en esta localidad. “Vimos esa necesidad para impedir el fracaso escolar. Pensamos que si en la escuela iban bien sería más fácil su integración”, explican Ane Miren Iruretagoiena, Mª José Imirizaldu y Jone Peña, tres vecinas que están desde el principio en Txingurriye. Y es que el principal objetivo de esta asociación es la integración de todas las personas y culturas que viven en Lakuntza, un pueblo pequeño pero con una importante industria que cuenta con buen número de personas migrantes de origen muy diverso como Perú, Colombia, Brasil, Uruguay, Senegal y sobre todo Marruecos.

“Es importante que se visibilicen esas culturas y que se propicie su encuentro. No se trata de que vivamos al lado si no de que nos mezclemos”, inciden. Por ello, llevan casi una década organizando diferentes actividades. La última fue ayer en torno al arroz, excusa ideal a la hora de mostrar la diversidad cultural. Y es que este alimento está presente en todas las culturas, con diferentes maneras de elaborar el alimento más universal. “Con la comida siempre se acierta”, bromeaban desde Txingurriye, que prepararon ayer arroz con leche.

Sokhna Diagne y Aissa Mendy, dos de las nuevas vecinas de Lakuntza, lo cocinaron con merluza y sala de verduras, como se hace en su tierra, en Senegal. Estas dos amigas llegaron hace 10 años a Lakuntza con sus parejas y en esta localidad han tenido a sus hijos e hijas, lakuntzarras de otro color que sienten como suyo este pueblo. Lo cierto es que estas senegalesas destacaban el recibimiento que habían recibido por estas tierras.

También se pudo degustar arroz brut (sucio en castellano), uno de los platos típicos de Mallorca, un arroz caldoso que se elabora con productos de la huerta, carne y caza. El que ayer preparó Antonio Gayá llevaba caracoles. Con pollo y verduras era la receta de Marruecos y con cerdo la de Brasil, diferentes para el alimento más universal.

ACTIVIDADES En estos casi 10 años de andadura, Txingurriye, hormiga en el euskalki de Lakuntza, ha ido creciendo, con nuevas secciones como Txingukolore, que se centra en organizar actividades para los txikis. “Surgió a propuesta de las personas migrantes, que también querían aportar”, apuntaron desde la asociación. Ayer, en pleno Euskaraldia, los txikis dibujaron chapas de ahobizi y belarriprest. También aprendieron palabras y frases en otros idiomas en un panel interactivo. Asimismo, hay otra sección Txingugazte, para enseñar castellano a adultos, también a propuesta de personas migrantes.

Además, desde Txingurriye organizan otras actividades para adultos, como talleres de manualidades, danzas y excursiones entre otras. “Cada uno enseña lo que sabe. Se trata de compartir”, destacan.