Último sábado de abril, el próximo 27 vuelve la Sakanako Ibilaldia, la marcha de montaña más veterana y larga del circuito navarro. Será la 30ª edición de esta prueba no competitiva organizada por Iratxo Elkartea de Irurtzun, un año de celebraciones, pero también de ausencias. Y es que casi sin avisar, el pasado septiembre se fue Pello Alzueta, coordinador de esta cita referente en el mundo mendigoizale. “Ha sido el timonel, la cara de Iratxo y mucho más. Notamos un vacío inmenso. Por ello decimos que ha dejado huérfana a la Sakanako Ibilaldia, que, aunque triste, está viva”, destacan Alicia Navarro, Doris Vicente y Manolo Moreno, compañeras y compañeros de Pello en esta andadura. Por ello, consideran que el mejor homenaje que se le puede hacer es que esta marcha, a la que tanto tiempo y cariño dedicó, siga adelante. “Va a estar en el recuerdo de todas y todos”, aseguran. Por ello, se asoma en el cartel que anuncia esta trigésima edición, con un triste y sentido “Pello gogoan”.

Persona seria, con todo lo que supone de cumplidor y concienzudo en su trabajo, pero también con un gran humor y chispa, Pello ha dejado huella. Lo cierto es que últimos meses ha recibido varios reconocimientos, como una mención especial en la entrega de galardones al mérito deportivo en el salón del trono del Palacio de Navarra dentro de los actos del Día de la Comunidad foral en diciembre y hace unas semanas en la entrega de premios del Circuito Navarro de Marchas de Largo Recorridos y de Carreras por Montaña. Además de mendigoizale, este irurtzundarra nacido en Lumbier estuvo muy vinculado al ciclismo, sobre todo al Reynolds, un equipo mítico en los años 80 y 90 surgido a partir de un grupo patrocinado por el Bar Legarra. Asimismo, formaba parte del Taller de Teatro de Irurtzun, que también le realizó un pequeño, pero sentido homenaje en su último estreno.

La sección de montaña de Iratxo Elkartea tampoco quiere olvidarse en esta edición de Félix Isasa, un ingeniero guipuzcoano fallecido hace unos días, que basándose en el concepto del baricentro calculó que el centro geográfico de Euskal Herria está en la sierra de Andia, cerca de la ermita de San Donato, bajo la cima de Lezitza, en el término Olibesarioko Saroia, a 1.236 metros de latitud. Ya desde 2005 Sakanako Ibilaldia ha ido pasando todos los años por el citado Centro de Euskal Herria, que cada vez tiene mayor número de visitantes.

TRES DÉCADAS Corrían los años 70 cuando un grupo de jóvenes de Irurtzun unidos por su afición de salir al monte fundaron el club Lagun Berriak. Después de quedarse sin local, compraron uno nuevo en 1982, para crear una nueva sociedad. Gracias al trabajo en auzolan, Iratxo Elkartea se inauguró en mayo de 1984 como una sociedad mixta, algo poco habitual en la época. Fiel a su origen, desde un principio contaba con una sección de montaña con autonomía propia que se propuso organizar una marcha de largo recorrido, pruebas poco habituales en aquellos años, pero con mucho prestigio entre los aficionados a la montaña.

En un principio se planteó la posibilidad de ascender al Txurregi para ir hasta Beriain, bajar a Uharte Arakil, subir a San Miguel y volver a Irur-tzun, pasando por Larrazpil para convertirse en la Sakanako Ibilaldi Handia, la gran marcha de Sakana. Fueron varias ediciones, algunas con nieve, lluvia y granizo. Ante la queja de que la marcha era muy dura, Iratxo preparó recorridos alternativos más llevaderos que no tuvieron éxito. Había que mantener la fórmula inicial. Con el nuevo milenio decidieron darla a conocer fuera de Irurtzun y Sakana. La respuesta no pudo ser más positiva. En 2002 se planteó opcionalmente ascender al monte Erga y su ermita. El 60% de los participantes lo hicieron. Así, muchos comenzaron a conocerla como la marcha de las tres ermitas: San Donato, San Miguel y Trinidad de Erga.

La participación fue en aumento año a año, tocando techo en 2017 con 1.157 montañeros.

Para minimizar la huella medioambiental de los cientos de personas que participan cada año, en Iratxo son muy cuidadosos con el marcaje, que retiran lo antes posible, y separan los residuos; además utilizan vasos reciclables en los avituallamientos.

En la organización trabajan unas 60 personas, imprescindibles para esta marcha, como destaca Manolo Moreno, que ha cogido el testigo a Pello, aunque como destaca, ha dejado un hueco demasiado grande de llenar. “Cada persona tiene su rol y el encargado de cada uno cumpliera su papel era Pello Alzueta. También se encargaba de la burocracia, de los patrocinadores, reuniones en la federación. Se le echa mucho en falta”, apunta.