olazti - Se cumplen cuatro décadas desde que unos jóvenes de Olazti decidieron formar una txaranga para animar las fiestas del pueblo. Le pusieron de nombre La Cigarra, un insecto conocido sobre todo por sus sonidos, la canción de verano en los campos, y su fama de juerguista por la fábula de La Fontaine en la que comparte protagonismo con la hormiga. Lo cierto es que desde entonces no ha fallado en las principales celebraciones de esta localidad de Sakana. Por ello, la comisión de fiestas del Ayuntamiento de Olazti decidió que fuera La Cigarra la encargada de dar comienzo hoy a las fiestas de Santa Ana, la propuesta más votada entre las diferentes presentadas.

A la hora de decidir quién prenderá la mecha, los miembros de esta txaranga lo han tenido claro, Miguel Ángel Camuel, de 65 años, el único de aquellos jóvenes que sigue en activo. Este olaztiarra recuerda que a principios de la década de los 70 “no había nada y nos juntamos diferentes jóvenes que andábamos en la banda y en la academia de música”. Eran trece: Alejandro San Román, Josetxo Velallo, Jesús Catalán, Miguel Ángel Camuel, Juan Rubio, los hermanos Javier y Aurelio Razkin, Ángel Herrero, Miguel Ángel Aldaz, José Luis Larraza, Juan José Amezgaray, Emiliano Bengoetxea, Orestes Lacalle y Jesús López. También estaba el padre de Miguel Ángel Camuel, Nicolás, el veterano entonces, a riesgo de olvidar alguno, como señala este olaztiarra.

Lo que en un principio fue para un cohete, comenzó a coger forma en los ensayos. Hasta ahora. Y es que han pasado numerosos olaztiarras además de músicos de otras localidades, sobre todo de Altsasu, pero sigue el mismo espíritu con el que se fundó hace 40 años, disfrutar y hacer disfrutar, aportando alegría a las fiestas con su música. “Empezamos a ensayar en la antigua academia de música, dónde también lo hacía la banda”. Y es que muchos formaban parte de esta banda dirigida por José Luis Ollo, compositor y arreglista que impulsó la música en Olazti. Lo cierto es que la mayoría eran discípulos suyos. “Daba clases de solfeo y de varios instrumentos. Él tocaba clarinete, saxofón y piano”, recuerda Miguel Ángel Camuel.

Desde el principio fue una txaranga de pueblo y con fuertes vínculos familiares. Y es que los hijos se unían a La Cigarra junto con nuevas incorporaciones. En su caso, continúan la tradición familiar sus hijos José Javier, saxofón y trompeta, e Iñaki, saxofón y trombón. Además, sus nietos Iñaki y Unai apuntan maneras. Además, en los años 90 la Cigarra tuvo una hermana menor, La Cigarrilla, fundada por los jóvenes. “A veces íbamos juntos pero otras veces cada uno por su cuenta”.

En la actualidad son 13 músicos: Alejandro San Román, caja; Fermín Zornoza, chapas; Xabi Garmendia, bombo; Andrés Villasea, saxo tenor; Berat Agirre, clarinete junto con otros dos saxofones, Aran Trevejo y Jon Garasa; tres trompetas: Josu Sarasola, Iñaki Garmendia y Jon Askargorta además de los tres miembros de la familia Camuel. Asimismo, se une siempre que puede Josu Vilariño, un chaval con síndrome de Down que es un artista con la trompeta.

Se reúnen los jueves en la escuela de música de Olazti, bajo la dirección de Alejandro San Román, hijo de uno de los fundadores de la charanga, unos ensayos para preparar un repertorio que siempre introduce novedades. “Tocamos muchas canciones modernas, como Porru patata de Gozategi o El vals del obrero de Ska-P, un poco de todo”, apunta este veterano músico, trompeta para más señas.

Aunque ahora solo tocan en Olazti, hubo años en que recorrían buena parte de la geografía de Navarra y también en diferentes localidades de Álava y Gipuzkoa. “Solíamos ir a Egino, Salvatierra, Legazpia, Zumarraga y muchos pueblos de La Ribera”, recuerda Miguel Ángel Camuel. “Todos los fines de semana del verano estábamos de fiesta en fiesta. No cobrábamos nada. Nos daban de comer y nos templábamos, y a gusto”. Los tiempos han cambiado y continúan de otra manera, participando en las diferentes celebraciones de Olazti como carnavales, romería a Batueko y Santa Cecilia entre otras. “Seguimos porque nos gusta la música y nos llevamos muy bien. Hay muy buen ambiente y compañerismo entre nosotros”.

TXUPINAZO En relación al lanzamiento del cohete con el que hoy al mediodía arrancarán las fiestas de Olazti, asegura que “nos ha hecho mucha ilusión. Nunca se habían acordado de nosotros y se agradece”. Acostumbrados a ver el arranque festivo desde el exterior y en un segundo plano, este año serán los músicos de La Cigarra serán los protagonistas. Para agradecer tal honor, ofrecerán una pieza especial antes de bajar a la plaza y partir en kalejira para anunciar que han llegado las fiestas de Olazti junto con los gigantes y cabezudos, sus inseparables compañeros de fatigas.

Así comenzarán cuatro días de celebraciones en honor a la patrona, Santa Ana, unos días para dejar de lado la rutina y las preocupaciones del día al día y sumergirse en la fiesta. Y es entonces cuando la música de La Cigarra es imprescindible, unos ritmos alegre que invitan a bailar y sin los cuales las fiestas de esta localidad de Sakana no serían las mismas.