- La comisión de Fiestas del Ayuntamiento de Leitza ha decidido suspender la organización de la fiestas, los esperados San Tiburtzioak, por la pandemia causada por el coronavirus. “Aunque nos gustaría celebrar las fiestas, no podemos mirar para otro lado. La situación de este año es especial”, destaca Julian Zabaleta, concejal de Cultura y Festejos. “Todavía faltan unos meses para saber cómo nos encontraremos en agosto. Por ello, la comisión de Fiestas seguirá reuniéndose para valorar en todo momento la situación”, apunta.

Al respecto, incide en que “tenemos que ver cómo se desarrolla la desescalada para saber que se puede organizar y también para coger ideas de las fiestas de otros pueblos”, observa este concejal. Lo cierto es que los y las leitzarras han demostrado que imaginación no les falta y durante estos últimos meses se han sucedido las actividades para hacer más llevadero el confinamiento. “Con voluntad y trabajo, y con mucha imaginación, el pueblo de Leitza sigue adelante”, observa.

Será la primera vez que no se celebren de manera oficial los San Tiburtzioak en más de ocho décadas. “Se suspendieron en 1936 y 1937, tras el alzamiento fascista”, apunta Zabaleta. Las fiestas son días para el encuentro y las actividades que se organizan buscan sacar de sus casas a los y las vecinas para aparcar la rutina y disfrutar del ambiente festivo que se crea en torno a la plaza, unas celebraciones en las que tienen cabida todas las personas, cada una a su manera.

“Con las medidas sanitarias que hay ahora en vigor es imposible organizar nada. No puede haber vaquillas, hinchables, comidas populares, juegos…”, observa. Asimismo, recuerda que los dantzaris de Aurrera no pueden realizar los ensayos para preparar la Ezpatadantza porque exige contacto físico. Y es que si hay un acto especialmente emotivo en las fiestas de Leitza es esta coreografía con diferentes danzas que los y las dantzaris dofrecen el día grande, el 11 de agosto, en una plaza en la que no queda un hueco libre, luzca el sol o llueva. “Según las normas actuales, en la plaza solo podrían estar unas 100 personas”, observa Zabaleta.

Así, el trabajo realizado hasta ahora en la comisión de Fiestas se debe quedar en el cajón a la espera de tiempos mejores. “En noviembre hubo una asamblea en la que recibimos propuestas que comenzamos a trabajarlas ya en enero”, recuerda Zabaleta, que preside esta comisión en la que también participan Aurrera Kirol Elkartea, Alke Kultur Taldea, las apymas de Erleta eskola e IES Amazabal así como Txosna batzordea.