- Yurena Arizaga es una de las mujeres que rompió estereotipos y decidió cursar un grado técnico. “Yo no estaba a gusto en la ESO y en aquel momento hubiera dejado los estudios”, recordaba ayer esta joven de Altsasu de 27 años. “Mi padre me animó a hacer mecanizado y como tenía claro que el trabajo de taller me gustaba y alguno de mis amigos también iba a hacerlo, me inscribí en el ciclo”, observó. Era la única chica del curso. “Estaba muy a gusto. Empecé a sacar buenas notas y eso me motivó mucho”, destacó, al tiempo que apuntó que durante sus estudios no sintió que le trataran diferente por ser mujer. “Empecé a notarlo en las prácticas. Me sobreprotegían. Me decían cosas como que tú eres demasiado guapa para estar en la máquina, tú mejor en el ordenador”, apuntó. No obstante, destacaba que fue una experiencia positiva. “Aprendí mucho”.

En plena crisis era difícil encontrar trabajo en Sakana y se animó a continuar sus estudios en el ciclo superior de mantenimiento de equipo industrial. “Al terminar conseguí trabajo y desde entonces he seguido trabajando en este ámbito”, apuntó. Además, a raíz de su experiencia laboral decidió cursar otro ciclo superior en mecanizado. “No descarto la idea de seguir formándome”, observó. En la actualidad trabaja en Sunsundegui.

“Hay empresas en las que ni tan siquiera me han dado opción de echar el currículo porque descartan las mujeres”, lamentó. “Pero no puedo contar nada malo de los sitios en los que he trabajado ya que me he sentido muy a gusto”, aseguró. Así animaba a todas las personas, a chicas y chicos, “a que estudien lo que quieren, sea del ámbito que sea”.

Olatz Millán, técnica de recursos humanos de Ibérica Suspensiones, representa la otra cara de la moneda, la de la empresa. “Semanalmente recibiré de 7 a 10 currículos, de los cuales en el mejor de los casos, uno es de mujer. Tristemente no suelen cumplir con los requisitos mínimos de formación o experiencia para acceder al empleo que podamos ofertar en ese momento”, señaló. Así, animaba las mujeres a inscribirse en grados considerado masculinizados. “Ya va siendo de hora de mejorar las estadísticas. Estoy deseando recibir vuestros currículos”, aseguró.