El Ayuntamiento de Leitza ha instalado una carpa de 250 metros cuadrados en el recinto escolar que comparten Erleta Eskola y el Instituto Amazabal para que el alumnado tenga un espacio a cubierto para el recreo y otras actividades dentro del horario lectivo y también extra escolares, dada la situación sanitaria actual y la alta pluviometría de la zona.

Durante estos últimos 30 días se ha registrado precipitaciones acumuladas de 470 litros por metro cuadrado en esta localidad. "El alquiler de la carpa es una solución provisional. Seguimos insistiendo en el Gobierno de Navarra y en el Parlamento para que atiendan a nuestra petición de habilitar una estructura permanente", destaca el alcalde, Mikel Zabaleta. "Es una prioridad. El Ayuntamiento se enfrenta a un alquiler de 6-9 meses porque entendemos que es una necesidad acuciante", incide.

Al respecto, recuerda que representantes del Consistorio de Leitza así como del colegio público Erleta y el instituto Amazabal, acudieron en diciembre del pasado año al Parlamento de Navarra para exponer a la comisión de Educación la necesidad de habilitar una zona cubierta en un espacio que comparten estos dos centros , con cerca de 700 alumnos y alumnas, para usos educativos, pero también abierta al resto de vecinos. En esta comparecencia aportaron datos. Y es que según dijeron, Leitza cuenta con 0.5 metros cuadrados por habitante, la mitad que la media de Navarra.

"Pedíamos una partida en los presupuestos de Navarra de 2020 para cofinanciar esta estructura tan necesaria para el pueblo. No pudo ser pero este año nos hemos vuelto a reunir con el departamento de Educación y algunos grupos parlamentarios", observa el alcalde. Unos años antes, en 2015, un grupo de padres y madres recogieron firmas para pedir un espacio cubierto para jugar con sus hijos e hijas. "Se habilitó una zona en auzolan, es insuficiente", observa Zabaleta. Así, el Ayuntamiento propuso cubrir una superficie de 1.000 metros cuadrados aunque se mostraron abiertos a estudiar otras opciones.

El presupuesto según una memoria valorada era de 350.000 euros. "Es un proyecto que no puede afrontar el Ayuntamiento. El departamento de Educación ha subvencionado estructuras de este tipo con subvenciones del 50-60%.", expuso el alcalde ante los parlamentarios.

FALTA DE ESPACIO

Si el pasado curso ya había problemas de espacio, con la pandemia se han incrementado. "Obliga a tener planes de contingencia en los dos centros, que comparten la zona escolar. Se tienen que repartir en tantos espacios que no hay", observa. "Se hace de forma rotativa pero cuando llueve hay algunos grupos que no salen del aula en toda la jornada. Es muy duro para ellos", incide. Asimismo, recuerda que este espacio también es calle pública.

"En el funcionamiento de los centros se ha visto aún más la necesidad de un espacio cubierto", abunda el alcalde, al tiempo que señala que también mejoraría el día a día de muchas familias que utilizan esta zona para el esparcimiento, y más ahora que han suspendido los cursos que organiza Anikote y se ha reducido el aforo de los parques infantiles al 30%.