El Ayuntamiento de Lekunberri ha instalado 12 puntos de información de turismo digital en los que se puede escanear un código QR y leer o escuchar la historia y curiosidades de dicho lugar en euskera, castellano o inglés y próximamente también en francés. Se trata de un nuevo recurso para que los y las lekunberriarras conozcan más su pueblo y también dirigido al visitante, según apunta el alcalde, Gorka Azpiroz. También destaca que ha sido un trabajo realizado en auzolan, con personal municipal pero también personas voluntarias. "Queremos poner en valor diferentes elementos arquitectónicos, curiosidades, tradiciones e historias", incide.

Móvil en mano, se invita a pasear por el casco viejo, un lugar que apenas ha cambiado en estos últimos cuatro siglos y ha sido testigo de la vida de este pueblo situado entre Pamplona y San Sebastián, una privilegiada ubicación geográfica que ha sido clave para su desarrollo social, económico y cultural.

Una posibilidad es comenzar por la parroquia de San Juan Bautista, un edificio construido en plena transición del románico al gótico, con una bonita portada de arco apuntado con arquivoltas y capiteles cargados de decoración figurada que imitan la antigua portada que se quemó. A pocos metros está el Lavadero, que data de 1858, construido por el entonces concejo de Lekunberi para mejorar las costumbres con el uso del agua tanto para los humanos como para los animales, con dos partes diferenciadas y donde se explica cómo se hacía la colada.

De allí se puede continuar entre los caserones, con parada en Antonea, un enorme edificio que parece un castillo con torre y que ya estaba censada en el siglo XVI y en la que vivieron personajes destacados. Hay otros dos puntos de información en Korrenea y en Alkatenea. Este último representa la tipología del caserío de Lekunberri, grandes edificios a dos aguas, sus arcos de medio punto en las entradas y escudos. También de un modo de vida que englobaba la actividad económica de la familia.

Por otro lado, se puede descargar un código QR en Ostatu Berri, construido por los vecinos propietarios de l

as casas de la localidad, que decidieron levantar un nuevo mesón, más grande y a pie de la nueva vía de comunicación. Para ello se eligió un estilo arquitectónico nuevo y moderno en la época. Muy cerca está la Casa de la Cadena, dónde se realizaba el cobro por el transporte de mercancías y paso de vehículos. Al otro lado de la carretera está el convento de las Hermanas Clarisas, fundado en 1888, a dónde hoy todavía se llevan huevos, una docena de 13 unidaes, para que no llueva el día de la boda.

Más moderno pero también emblemático, es el Hotel Ayestarán, un establecimiento que nació como posada y parada de carretas a principios del siglo XX y que en los años 20, cuando San Sebastián era un referente turístico para la nobleza, se convirtió en un hotel . Entre sus ilustres huéspedes están Ernets Hemingway, Orson Welles, Niceto Alcalá Zamora o Fabiola de Bélgica.

LA ESTACIÓN DEL VIEJO TREN DEL PLAZAOLA Y SUS TÚNELES

Fuera del núcleo urbano, hay un punto de información en la antigua estación del Plazaola, en la actualidad sede del Consorcio Turístico Plazaola y de la oficina de turismo de Lekunberri. Así, se puede saber más sobre este tren de vía estrecha que unió la capital navarra con la guipuzcoana desde 1914 hasta 1953, año de una gran riada que ocasionó importantes daños en su trazado y también de su recuperación para el ocio en forma de vía verde. También en otro situado en el túnel del Plazaola, uno de los 66 que había. Hay otro en La Peña, dónde se disfruta de una vista privilegiada de Lekunberri y donde se cree que estaba el antiguo castillo de Lekunberri, del que hay referencias desde 1280.