A cubierto en el estalope, este primer domingo de octubre fue mañana de feria en Etxarri Aranatz. Y es que en una jornada lluviosa, esta estructura de madera que cubre una parte de la plaza volvió a ser fundamental, un espacio abierto en el que protegerse. Así, eran más de una veintena de puestos con producto local y artesanía. “Poco a poco se está recuperando la normalidad”, contaba María Esparza, ceramista de Izurdiaga. Y es que después de más de un año sin salir a la calle, cada vez se organizan más ferias, fundamentales para la pervivencia del sector.

Marroquinería, pelotas, calzado, cestos de castaño, joyas o prendas de vestir compartían espacio con verdura de temporada, queso, embutidos, aceite o miel, una oportunidad para probar y adquirir estos alimentos para llenar la despensa de cara al otoño. invierno, que ayer anunció que está encima. En esta fría pero animada mañana tampoco faltaron talos, imprescindibles en las ferias.

Si bien este año también se suspendieron las ferias, dentro de la programación de otoño el Ayuntamiento incluyó algunos de los elementos de estas celebraciones para este primer fin de semana de octubre con el fin de visibilizar el sector. Era el caso del Concurso de quesos de Sakana, un certamen que busca impulsar este producto de gran arraigo en la zona. Se presentaron cinco piezas. El ganador de esta edición, la 17ª, fue Sustrai Gaztandegia, de Uharte Arakil, una quesería familiar puesta en marcha este año. Con una larga tradición familiar en el pastoreo, los hermanos Jokin y Miren junto a la pareja de ésta, Unai Martínez, han dado un paso más. “Jokin se encarga del rebaño y nosotros de la quesería”, apuntó Martínez, encantado con el premio. Y es que no se puede comenzar mejor. Además, en segundo lugar quedó Albi, de Arruazu, a cuyas instalaciones solían ir a elaborar sus quesos. El tercer premio fue para Araña Etayo, de Arbizu. Recibieron 100, 75 y 59 euros sucesivamente.

“Cada vez hacen mejor queso. La calidad ha sido extraordinaria”, aseguró José Ramón Agiriano, del comité de cata de la DO Idiazabal, que ya estaba en la primera edición. El jurado estaba formado por el ex pelotari Oskar Lasa, los ediles María Saez de Albeniz y Unai Artieda además de Amaia Ijurra, técnica de cultura.

El día anterior hubo una exposición de aperos y herramientas antiguas cedidas por vecinos y vecinas que se complementaba con fotografías antiguas y pinturas, una mirada al pasado que animó la tarde del sábado.