aoiz/agoitz - Desde su primer poemario Arpegios de sombra herida (1989), María Socorro Latasa Miranda (Pamplona, 1956) es autora de una docena de obras en las que combina saberes y pasiones. Mientras tejía su obra, su vida laboral ha transcurrido entre la docencia de adultos, la investigación y el ámbito administrativo. Es una de las voces poéticas femeninas destacadas de los últimos 40 años en Navarra.

Acaba de presentar su último poemario, Al azar de los nombres

-Es un libro estructurado en setenta acrósticos, que refieren a diferentes temas: son poemas dedicados a los cuatro elementos (agua, tierra, aire y fuego), a las estaciones y meses del año, a los días de la semana y las horas, a las nueve musas, a los cinco continentes y líneas imaginarias, a los cinco sentidos, a los colores y a otras derivas ligadas al tiempo y a la memoria. Son temas muy sencillos.

Autora de varios poemarios, el último en 2017, Al filo del otoño de ensayos, hasta de un cuaderno de música Al filo del otoñoNotas sobre papel pautado

-Formalmente es totalmente distinto, con gran variedad de temas , además de los mencionados, hay también poemas dedicados a Aoiz y a la Coral San Miguel, por ejemplo, y a Salamanca, a la que me unen vínculos culturales.

¿Es un libro asequible?

-Totalmente, de temas muy sencillos. La mejor poesía se encuentra en las cosas más sencillas y cualquier persona se pude sentir identificada.

¿ Cómo es su lenguaje?

-También sencillo, claro y conciso. Tiene que ser así, más en un acróstico, hay que captar lo esencial, lo que requiere gran esfuerzo de síntesis.

Dinamizadora de la lectura, coordina el club de lectura de Aoiz. Leen sus miembros poesía?

-No pasamos de la prosa. -sonríe a su pesar-. Cuesta más leer poesía porque se trabaja con imágenes y metáforas y requiere mucha motivación.

¿Cómo se puede lograr?

-La poesía hay que trabajarla un poco, también dar opción a que entren nuevas voces. Se trata de descubrirlas. Ahora se está escribiendo mucho , la gente joven escribe y difunde en las redes. Se trata de acercarla, de ayudar a acercar el lenguaje. En este sentido, a mí me gusta apoyarme en las proyecciones, para que nada se pierda. Motiva relacionar letras con imágenes y música.

Cierra su libro con el poema al grupo de Naturaleza Versal del que forma parte.

-Sí, conté en Aoiz en la reciente presentación con la presencia de mis compañeras de este poemario conjunto: Marina Aoiz, Inma Biurrun, Isabel Blanco, Blanca Eslava, Cristina Liso y Teresa Ramos. Fue un placer de lectura en un acto en el que también me acompañó Marian Ibáñez, sobrina y periodista. Tenemos como grupo una conexión especial, vivenciamos la naturaleza de forma distinta.

¿El hecho de vivir en el medio rural es significativo?

-Desde luego. Te hace estar mucho más en contacto con ella. La naturaleza constituye una fuente de inspiración inagotable. Basta una llamada, una imagen, el impulso. A veces, no es preciso que ocurra nada más para escribir.

Un impulso que en su caso viene de lejos.

-Siempre me ha gustado escribir, es necesidad y búsqueda, aunque me reconozco sobre todo como lectora: Rilke, Unamuno, Machado, María Zambrano, Ernestina de Campourcin, Ida Vitale? están entre mis lecturas. Todo eso se va posando. Después, cada cual destila a su aire. En mi caso, es como tirar de un hilo. Si sacudes un poco a las palabras, te encuentras con el mito.

¿Más allá de lo evidente?

-Sí, en una fusión de sensaciones que capta la emoción del instante, como cuando el atardecer alcanza plenitud.

Su obra es una combinación de sensaciones y disciplinas

-Sí, pienso por ejemplo en la forma de representar un haiku, y se me ocurre el triángulo, la sencillez de sus tres lados. Ajusto también letras con imágenes y música.

¿Cuesta desnudarse con la poesía?

-Sí, mucho, sobre todo al principio. Después, con el tiempo, nuestra desnudez nos hermana totalmente. Es la relación entre poetas.

De Socorro Latasa se ha escrito que, con su lenguaje, va más allá del primer significado que ofrecen las palabras y que transmite una visión positiva y optimista, al tiempo que nos invita al juego con sus creaciones de híbridos matemáticos-literarios, fruto de sus dos pasiones: ciencia y literatura. Su concepción interdisciplinar del arte le hace abrirse a la participación en recitales, eventos y a nuevas experiencias artísticas colectivas, en las que trabaja y con las que engrandece su creación y desarrollo personal.