Tudela - El Ayuntamiento de Tudela aprobó ayer en sesión de Junta de Gobierno iniciar un procedimiento de determinación de daños y perjuicios a raíz de las obras de reforma de los campos de fútbol de Santa Quiteria. Un proyecto ejecutado hace más de una década y que ha derivado en al menos media docena de hundimientos y en un progresivo deterioro del terreno de juego de hierba artificial construido por aquel entonces. Ahora, el Consistorio ha dado el visto bueno para comenzar los trámites en busca de una indemnización que fija en 687.980,91 euros y que reclama a la empresa Construcciones Ecay, proyectista y ejecutora de los mencionados trabajos de construcción.

Las obras de los campos de césped artificial de Santa Quiteria finalizaron en enero de 2008. El precio de la intervención, incluido el proyecto, fue de 1.273.596 euros. Apenas un año después, en marzo y mayo de 2009, se produjeron los primeros hundimientos en el terreno de juego. El tercero sucedió en enero de 2010. Esos tres incidentes fueron reparados voluntariamente por la adjudicataria. No ocurrió lo mismo con otros hundimientos, uno de nuevo en 2010 y otros dos en 2011 y 2012, respectivamente. En aquellos casos, fue el Consistorio el que tuvo que hacerse cargo de la reparación por ejecución subsidiaria, iniciando en aquel momento un largo camino en los tribunales.

En 2014, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra eximió al Ayuntamiento y atribuyó íntegramente la responsabilidad de los hundimientos y los vicios ocultos de la obra a la empresa, al considerar que había incumplido el pliego del contrato mixto por no haber realizado un estudio geotécnico detallado de la zona en la que se ubican los terrenos de juego, pese a haberlo llevado a cabo en el área de los graderíos y la de los viales. En esa sentencia se estimaba que el vicio o defecto de los terrenos compromete la resistencia y la estabilidad de la construcción, impidiendo que el campo de fútbol pueda usarse para el fin para el cuál estaba previsto.

Informes El actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Tudela encargó dos informes, uno en 2016 que elaboró el Laboratorio de la Escuela de Arquitectura de la UPNA y otro en 2017 obra del estudio Margallo&Orgambide. El primero de esos estudios determinaba que las características del terreno no detectadas en su día mediante análisis geotécnicos iban a estar presentes en toda la vida de uso de la instalación y que las posibles soluciones implicaban “un gasto desorbitado, si no faraónico”. El informe de Margallo&Orgambide coincidía con el primero en que los arreglos habían empeorado la estabilidad del terreno y calificaba de “imposible” la solución de evitar la presencia del agua en un terreno colapsable como Santa Quiteria.

Basándose en estos informes técnicos, el Ayuntamiento considera que los vicios ocultos de la obra son “muy graves” y que hacen “temer por la pérdida a corto plazo de las instalaciones de Santa Quiteria”, llegando incluso a calificar el campo de fútbol de “ruina funcional”. Desde el consistorio señalan que “lo deseable” habría sido que la empresa Ecay hubiera propuesto “alternativas que considerase oportunas en orden a compensar por los daños y perjuicios causados”, aunque matiza que las reuniones y conversaciones mantenidas “no han fructificado” pese a “haber creído en todo momento en la buena fe de la mercantil” y haberle otorgado “todos los plazos solicitados para intentar un acuerdo”.

Valoración del daño y perjuicio. En su acuerdo de Junta de Gobierno, el Ayuntamiento señala que la valoración de daños y perjuicios se ha calculado el coste que supondría construir un nuevo campo de fútbol de césped artificial (537.980,91 euros) añadiendo también el de reconversión del actual terreno a otra actividad (150.000 euros). Los 537.980,91 euros se corresponden con una propuesta valorada que el Consistorio lanzó durante las negociaciones a Ecay y que ésta rechazó, ya que fijaba su propuesta indemnizatoria en 373.624,33 euros.