tudela. El Ayuntamiento de Tudela ha sacado a licitación las obras de reurbanización y mejora de las redes de saneamiento de las calles Pablo Sarasate, Capuchinos, Miguel Eza y parte de Juan Antonio Fernández por un importe superior a los 2,6 millones de euros. Los trabajos, incluidos en el Plan de Inversiones Locales (PIL), cuentan con financiación del Gobierno foral que aportará 507.802 euros para la mejora de redes de estas calles y otros 666.456 euros más para la pavimentación y reurbanización de las cuatro vías.

La finalidad de esta intervención, que se prevé que dé comienzo al acabar las fiestas patronales, es potenciar el carácter peatonal y comercial de la zona. Según señalaron desde el Ayuntamiento, “la actuación planteada va encaminada a reformar este eje comercial, situado en pleno centro de la ciudad, haciendo más amable esta zona mediante la reducción de la circulación de vehículos, que actualmente colapsan estas calles, y otorgarle un mayor protagonismo al peatón”. Para ello se tratará de atemperar el tráfico creando una plataforma elevada compartida en la que las aceras estarán marcadas con respecto a la calzada pero todo tendrá la misma altura.

La prioridad se invertirá y serán los peatones quienes la tengan sobre los vehículos. De esta forma en la plataforma está previsto colocar un pavimento descontaminante de otro color para que los conductores y peatones reconozcan que es zona preferente para el peatón y que los vehículos no podrán circular a más de 30 kilómetros hora.

Cabe recordar que la reurbanización de estas calles, que durará 18 meses, se llevará a cabo 9 años después de que se adjudicara el proyecto inicial, redactado por el arquitecto tudelano Carlos Moya. Finalmente, el Ayuntamiento ha descartado soterrar los contenedores como proponía la propuesta original, pero sí mantiene la idea de colocar arbolado de porte mediano y de ampliar las aceras. Este aspecto será evidente tanto en la calle Pablo Sarasate como en Capuchinos donde permanecerán los dos carriles en dirección a la avenida Zaragoza, pero se reducirá su anchura y se suprimirán las pocas plazas de aparcamiento existentes.

En Pablo Sarasate y Juan Antonio Fernández también se eliminarán zonas de estacionamiento. Además en la primera, las plazas que se mantengan pasarán a ser aparcamientos en línea. El resultado final será que de las 62 plazas que existen se dejarán la mitad, alrededor de unas 30.