“¿Qué tienen en común la Mansión Playboy y el gimnasio de la esquina?”. Bajo esta premisa, la arquitecta y artista tudelana Andrea Muniain plantea en su exposición Fotollamada las dos caras de una misma moneda dentro de la sociedad actual: “la obsesión por el culto al cuerpo, de esos cuerpos hipermusculados que se están compartiendo en las redes, y, por otro lado, esa otra cara más oculta que es la hipersexualización. La continua exposición del cuerpo que deriva en una hipersexualización”.

Así analizó ayer Muniain su obra en la presentación de su propuesta artística que se expondrá en la Casa del Almirante de Tudela hasta el próximo 4 de febrero. Fotollamada ha sido la propuesta elegida de entre las diez (2 más que en 2019) que se presentaron a la segunda edición de premio tAyuda a la elaboración de un proyecto expositivo para la Casa del Almirante. El premio estaba dotado con 1.500 euros para poder plasmarlo y otros 1.500 euros para la artista.

La arquitecta y artista tudelana Andrea Muniain

La obra son dos paneles, a modo de photocall, donde el público puede meter la cabeza y aparecer con un cuerpo musculado que no es el suyo o, en el reverso, sentirse como un hombre o una mujer dentro de un hotel con aire de prostíbulo. “Son las dos caras, la del gimnasio representado como un prostíbulo sexualizado. “El photocall es en cierta forma una de las construcciones espaciales más características para saciar la necesidad de captura fotográfica. Una captura fotográfica propia. La superficie plana del photocall se presenta como el elemento que une y pone en relación esos dos mundos descritos anteriormente, prostíbulo y gimnasio”.

Además aparece otro elemento muy importante, los espejos. Tanto en los gimnasios como en los espacio sexuales hay un relación directa con los espejos para poder verte, percibirte como humanos a la hora de realizar esas acciones”.

Todo ello, toda esa veneración del cuerpo tiene su reflejo en la constante aparición en redes sociales, en un mundo donde lo digital ha sustituido a lo físico. “Soy arquitecta y estoy muy interesada en las dinámicas del espacio digital y lo que implica que nuestra vida ya no esté tan vinculada a lo físico sino que esta interferida por el uso de pantallas. Me pregunto qué genera y qué influencia tiene estas dinámicas digitales en los espacios físicos.

De hecho, además de haber un gel hidroalcohólico para limpiar el hueco donde el público puede meter la cabeza para posar, existe la posibilidad de a través de un código QR (si se tiene instagram) aparecer en los espacios dejados para ello.

Licenciada en Arquitectura en la ETSAM (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid), ciudad en la que está afincada, Andrea Muniaín es una joven artista. Su trabajo comenzó a partir de Virtualidad Corpórea (2018), una video-instalación que considera las posibilidades de autopercepción que permite la representación del cuerpo digital. Desde entonces ha trabajado de la mano de Adina L. Velázquez, psicóloga, productora y DJ, creando un conjunto de trabajos basados en la fisicalidad de lo virtual y en la forma en que vemos nuestros cuerpos en el mundo posdigital.

En la actualidad, se centra en el desarrollo de lo que denomina Prototipos, bodyscapes, donde se entrelazan la fisicalidad y la virtualidad.

La exposición se podrá visitar hasta el 4 de febrero en la Casa del Almirante en Tudela, de martes a sábados en horario de 10.30 a 13.30 y de 17.30 a 20.30 y domingos y festivos de 10.30 a 13.30. La entrada es gratuita.