Navarra Suma ha guardado en un cajón y abandonado el proyecto de adecuación de solares municipales abandonados en el Casco Antiguo que, en los últimos meses de gobierno del tripartito, había puesto en marcha la concejalía de Bienestar Social de Marisa Marqués (I-E) y, como contrapartida, el área de Urbanismo de Navarra Suma (Zeus Pérez) está preparando una ordenanza para obligar a los propietarios de solares abandonados a que los mantengan salubres y adornados. El área ha puesto en marcha antes de su elaboración un proceso de “participación” para que los afectados, asociaciones o ciudadanos hagan llegar sus opiniones a través de escritos que podrán presentar en el SAC.

hacer ciudad con colectivos El proyecto de adecuación de solares municipales, que puso en marcha el Ayuntamiento tripartito que presidía Eneko Larrarte (I-E, PSN y Tudela Puede), tenía un objetivo más social que urbanístico y pretendía seguir acciones de éxito como las desarrolladas en el Barrio de Lourdes o en las inmediaciones del antiguo Huerfanicos en las que se buscaba la participación vecinal como clave para su mantenimiento, respeto e integración en el barrio.

El proyecto, que se presentó a principios de 2019, se denominada Erase una vez... Un lugar. Las actuaciones que se iban a acometer en los tres solares que seleccionaron desde el Ayuntamiento debían ser “blandas” y fácilmente retirables ya que los solares no dejaban de tener la calificación de espacio urbanizable.

Los solares elegidos eran de propiedad municipal y se encontraban en las calles San Julián, Magallón y Portal. El diseño, que fue realizado con la participación de vecinos y diversos colectivos, duerme hoy en un cajón y siguen siendo solares municipales abandonados.

Para esta actuación se buscaban rincones visibles para la población y que tuvieran un sentido “estratégico” como es el caso de Magallón. En esta calle, una vez que se hicieron las obras del aparcamiento de la calle Terraplén, se habilitó una salida peatonal que la unía con la calle Huerto del Rey y donde nació un espacio de 300 m2. Junto a éste, los otros son calle Portal (200 m2), entre la catedral y la Magdalena frente al palacio de la Marquesa de Cubas, (donde se encuentra un mural de Avant Garde) y el tercero en la entrada a la calle San Julián desde Concarera (220 m2).

Entre las sugerencias que recibieron para la calle Magallón se encontraba la idea de darle carácter de un espacio más destinado a los estudiantes de la UNED y la EOI, con mesas, una especie de anfiteatro, arbolado y lugares donde poder leer, debatir y trabajar de forma conjunta e incluso una pérgola o jardines colgantes para tratar de dar frescor y sombra. Pero todo ello ha quedado en agua de borrajas y hoy se puede ver un lugar con unas escaleras de cemento, unos separadores de madera y espacios para plantas vacío, hechos de hormigón.

En lo que respecta a los otros dos espacios, en los que no se ha actuado y que siguen abandonados, existía mayor indefinición en el carácter que debían tener, si bien algunas propuestas señalaron la posibilidad de que en la calle Portal se instalara un mini frontón y San Julián fuera un espacio para jóvenes de entre 12 a 16 años, una horquilla que carece de espacios propios en Tudela.

Las claves para los espacios que se iban a crear eran el bajo presupuesto ya que cifraron en 100.000 euros para cinco espacios en Tudela de los que dos eran en el Barrio de Lourdes y tres en el Casco Antiguo, con 70.000 euros para estos últimos. Además estaba su versatilidad con obras mínimas y elementos fácilmente retirables ya que la intención es que a medio plazo se puedan vender para inmuebles.

nueva ordenanza La ordenanza que prepara el área de Urbanismo de Navarra Suma pretende recoger y desarrollar la obligación de los propietarios de solares y edificaciones en situación de abandono de mantenerlos “en las debidas condiciones de seguridad, salubridad y ornato, y las medidas tendentes a la conservación de las mismas”, así como las actuaciones que el Ayuntamiento deberá adoptar en los casos de incumplimiento a fin de conseguir “mantener el municipio con unas condiciones higiénico sanitarias óptimas”.

Uno de los extremos que el Consistorio quiere solucionar son los “problemas de salud pública como pueden ser malos olores, focos de parásitos y animales; se incrementa el riesgo de incendios y que traslada una imagen no adecuada de la ciudad”, lo que puede “provocar problemas de convivencia social”. Sin embargo, este mismo Consistorio de Tudela no ha actuado en los solares que son de su propiedad ni ha puesto en marcha los proyectos de adecuación que precisamente buscaban actuar sobre la “convivencia social”.

Entre los objetivos perseguidos por Navarra Suma para esta nueva ordenanza están “proteger el medio ambiente urbano, creación de un Censo de solares y edificios en situación de abandono o posibilitar la cesión temporal de solares al Ayuntamiento para que sean destinados a fines públicos”.