os últimos de La Mejana es un documental que Patxi Úriz rodó no hace mucho de la mano de algunos hortelanos tradicionales que aún quedan en Tudela. Rebeldía y Esperanza es el subtítulo que le acompaña en un proyecto -Fundación Mascotas Verdes- con la aspiración de que los niños aprendan a cultivar la tierra de una manera divertida. A través de esta institución se pone en valor la dieta sostenible y la salud del planeta (sic).

Jamás hubiera pensado que Ecologistas en Acción podría estar en contra de iniciativas de este tipo y tras las declaraciones de D. Eduardo Navascués el pasado día 15 del mes en curso, he tenido que reconocer mi error. Dice este señor, aplicando la filosofía de la organización a su localidad, que la mota de La Mejana es la causante de la inundación del casco urbano de Tudela.

Para su información, me gustaría recordar algunos detalles:

1.- La Mejana está cultivada desde 1754 y los diques que la protegen de las crecidas tienen la misma cota desde 1966.

2.- El pasado 12 de diciembre se sobraron las motas de todo el término municipal -también las de La Mejana- con un caudal en el río de 2709 m3/seg. El nivel de las aguas en el casco urbano nunca había estado tan alto y fue 33 cm mayor que en 2003. En ese año pasaron 2889 m3/seg.

3.- El término caudal significa: el volumen de agua que atraviesa una superficie en un tiempo determinado. En este caso utilizamos m3/seg.

Si con 180 m3/seg menos este año el nivel es 33 cm más alto que en 2003, no es difícil entender que hay una variable no contemplada, a pesar de lo evidente y no es otra que la pérdida de sección en el cauce por acumulación de sedimentos.

Estoy de acuerdo con los ecologistas en que el Ebro es un elemento vivo pero añado que con él hemos convivido razonablemente los ribereños desde siempre. Las tierras de aluvión que se han formado durante milenios, por su feracidad, han sido el atractivo para la fijación de pobladores en sus orillas. Dicen los que saben que Tudela se funda como tal en el año 802.

Y llegados a este punto me pregunto, les pregunto a Ecologistas en Acción, al departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra y a Confederación Hidrográfica del Ebro: ¿Hasta dónde piensan llevar el fundamentalismo ecologista que les inspira en sus actuaciones, o mejor dicho, en sus no actuaciones? ¿Van a retirar también las presas para que el río fluya en libertad?

Toda la vida, los cauces han tenido y tienen labores de mantenimiento. En La Mejana, limpiamos de azada y hoz el Río Principal dos veces al año, como mínimo. Me consta que el Canal de Lodosa se limpia y repara periódicamente. Ahora acaban de construir unos accesos para meter maquinaria en el cauce, para facilitar la tarea. Hay una fotografía del puente viejo de Tudela en verano de 1992 donde se ve agua en toda su anchura. Entonces, las empresas de áridos retiraban gratis las gravas y arenas de los alrededores del puente. Y se quitaban los troncos que dejaban las crecidas. Y los ojos permitían el paso del agua... Este año, el puente ha hecho de presa y La Mejana se ha inundado por rebosamientos del dique. Ahora, según Ecologistas en Acción, La Mejana debe inundarse.

Eso perjudicará seriamente a sus propietarios y en poco tiempo será otro "soto" cubierto por bardales, refugio de conejos, jabalíes, ratas y castores como ya ocurre con los terrenos de la orilla y del Soto de los Tetones. Con esto, sin duda los ecologistas estarán felices, pero el casco urbano de Tudela no se librará de las inundaciones del Ebro.

Puntualizo que la superficie de la Mejana son 54 Has. Con 2 metros de agua puede contener 1 Hm3. aproximadamente.. O sea; algo menos de 7 minutos del caudal del Ebro el pasado domingo 12 de diciembre. José Miguel Mulet, en su libro Ecologismo Real, analiza entre otras cosas la huella de carbono que nuestra alimentación genera y sostiene que uno de los mejores servicios que podemos hacer al planeta es consumir productos vegetales de proximidad. También, parafraseando la película de 1993, dice ¿Por qué hablan de ecología cuando en realidad quieren decir política? Y es que de eso se trata: de ordenación del territorio. Los ciudadanos del Actur en Zaragoza, de los pueblos de la ribera del Ebro, seamos agricultores o no, tenemos derecho a saber qué futuro nos espera; qué va ser de nuestras vidas y haciendas con las políticas que las instituciones implicadas aplican o piensan aplicar. Pero díganlo claramente y asuman las consecuencias con responsabilidad.

En 1960-61 hubo una crecida con un caudal de 4950 m3/seg y toda la llanura aluvial del Ebro se anegó. El Instituto Nacional de Colonización reconstruyó las motas con el criterio de favorecer los cultivos en esas tierras. En aquellos tiempos, primaba alimentar a la población. Hoy, al parecer, el criterio es otro y se valoran más los "derechos" de los animales del lugar que los derechos de los habitantes humanos de esa misma zona. Desde hace un tiempo, técnicamente, se aplican automáticamente soluciones importadas de EEUU como si el Ebro fuera el Mississipi y hay notables diferencias socioeconómicas que se ignoran. Hablen claro, señores políticos; hablen claro. Incorporen los proyectos relacionados con el Ebro a sus programas y todos sabremos a qué atenernos, especialmente, a la hora de votar en las siguientes elecciones.Los autores son perito agrícola Pr.64, y hortelano doméstico y ex-ecologista, respectivamente