Solo Omaima, su compañera del instituto, sabía que Amara Lavilla Oviedo había escrito un libro, pero nadie, ni siquiera sus padres, tenían la más mínima idea de que, además, lo iba a publicar. Una semana antes de que el primer ejemplar de su obra Almas perdidas llegara a su casa, en Buñuel, Amara se plantó ante ellos y lo contó. Así, de golpe, sin anestesia. Eran los primeros días de marzo y, según figura en Amazon (donde se puede comprar un ejemplar por menos de diez euros), este poemario vio la luz el 12 de ese mismo mes. Su madre, Natalia Oviedo, y su padre, Sergio Lavilla, aún no salen de su asombro. Pero para entender mejor por qué de esta literatura en secreto, hay que contar la historia completa.

El inicio

"¿Esa chica ha escrito un libro? Pues si es muy tímida y calladica, ¿no?", se pregunta medio pueblo de la localidad ribera de Buñuel, donde la noticia se ha extendido como la pólvora. Y es que Amara es justamente así, discreta. Y su carácter, sin duda, está detrás de su curioso logro.

"¿Leer? ¿Escribir? Jamás había leído, ni los libros que les mandaban en Primaria", cuenta su madre, Natalia. Ella lo confirma. "Los que nos hacían leer en la escuela me aburrían, ni los terminaba", explica mientras se encoge de hombros. Su afición por la lectura nació el verano pasado de una forma muy casual, ojeando TikTok. "Me salían perfiles de chicas que leen y recomiendan libros y me dio curiosidad, así que le pedí a mi madre la tarjeta y me compré un par de libros por Internet", explica. Books by María, la red de una alicantina de 21 años, y Books by Lucía, una madrileña de 19 a la que Amara sigue también en Instagram, tienen parte de culpa.

Desde aquel momento Amara comenzó a leer casi compulsivamente libros de entre 300 a 500 páginas. "Ahí se pasa horas y horas, encerrada leyendo", bromea la madre señalando hacia la habitación, aunque agradecida de que a su hija le haya dado por esta saludable afición. Amara estima que por sus manos han pasado, en estos últimos nueve meses, entre 30 y 40 obras. Una afición que compagina con sus tareas y exámenes de 4º de ESO en el IES Bardenas Reales de Cortes. Además, está sacando mejores notas que cursos anteriores, lo que demuestra que el tiempo que invierte leyendo no resta para su formación, sino todo lo contrario.

De leer... a escribir

Aunque sean redes audiovisuales, si Tiktok la empujó a la lectura, YouTube fue quien la animó a escribir. "Empecé a ver vídeos de gente que daba consejos para escribir y, casi sin pensarlo, un día me lancé", explica la joven buñuelera. Fue entre los meses de enero y febrero de este año. Empezó a crear versos en base a tres personajes que, previamente, dibujó en su cabeza: Abril, Iván y Julia. "Suelo leer romances juveniles, así que me fui guiando de lo que leía para pensar cómo sería su físico y su carácter", relata, "de ahí empecé a consultar nombres en Google y, después, los hice en una aplicación que se llama ArtBrider". Esos tres rostros, creados digitalmente por ella misma, también se incluyen en la publicación final.

Tenía los personajes y los poemas, pero le faltaba ilustrarlos y, para ello, también ató ese detalle. Buceó en Pinterest. Allí estaban las ilustraciones de Alexia, una chica de Barcelona con la que empezó a escribirse para que ésta le cediera sus creaciones para el libro. "Le hizo ilusión que me hubieran gustado sus dibujos y, aunque nunca le habían pedido los derechos de sus creaciones, aceptó encantada", comenta Amara. Ahora, solo faltaba publicar.

¿Y cómo lo hizo? Según explica "hay una página que se llama KDP Amazon que es para autopublicarse. Ahí te va guiando para que diseñes la portada, elijas el color de las páginas, el formato, le pongas el precio€ y cuando está todo, Amazon te lo publica".

Mientras lo explica, como si fuera lo más sencillo del mundo, Amara parece una persona adulta. Cuenta también que ahora su libro se puede adquirir tanto en versión digital como impresa y, como es lógico, ella tiene una pequeña ganancia económica aunque, en realidad, eso ahora mismo es lo que menos le importa. La 'gesta' ha sido, más que el resultado, el proceso y cómo lo ha transitado con, instinto, valentía y, en cierto modo, cierta ingenuidad.

¿Y sus amigas? ¿Y los profesores del instituto? Como pasaba con el resto de sus allegados, tampoco tenían ni idea. "Algunas dicen que ya lo han leído y les ha gustado", afirma. Así que ahora Amara ya ha dado un paso más y se encamina hacia la elaboración de su primera novela. Aunque, reconoce, lo hará todo con más calma y dejándose asesorar para que el segundo libro salga mejor, sin erratas de ningún tipo. De esta novela lleva más de 150 páginas escritas y ha avanzado la portada de lo que será El entorno que nos une, título escogido y que llevará a la novela a los mismos personajes de la poesía, dando un paso más allá.

Y, por último, una vez conocidos los detalles surge la pregunta del millón, ¿por qué no se lo había contado a nadie? "Soy la única de mi clase a la que le gusta leer, así que no lo conté porque me sentía como un poco bicho raro. Solo se lo conté a mi compañera Omaima porque con ella sí comparto esta afición". Ahora, pese a que ha descubierto este interés por las letras, no se plantea cambiar la profesión hacia la que quiere dirigir sus estudios, tiene bastante claro a qué dedicarse cuando sea mayor: "No creo que me vaya a dedicar a esto. Quiero estudiar comercio y marketing. Tengo mucho por aprender, de momento será un hobby, nada más".

Amara sigue tecleando mientras en su círculo más cercano muchos siguen asombrados por esta aventura que, parece, será solo la primera de algunas más.