Hace tres semanas, cuatro mujeres -una madre, su hija, una monitora de equitación y una amiga de ésta- sufrieron el ataque de “miles abejas” durante un paseo a caballo en un camino próximo a la Laguna del Juncal, en el término municipal de Tafalla. Las afectadas se encontraban a setenta metros de la finca en la que se situaban los panales con los insectos pero, a pesar de la distancia, se vieron atrapadas en una cortina de abejas que, según indican, “se encontraban fuera de sí”.

Fue la dueña de la hípica que habían contratado quien se acercó al lugar, tras recibir la alarmante llamada de su compañera, para auxiliarles. “Cuando llegué allí vi un montón de abejas que, aunque no entiendo de esto, estaban muy agresivas, golpeándose contra todo lo que veían en movimiento”, relata la propietaria del centro de equitación. Y continúa: “Las chicas estaban llenas de puntos negros, eran los aguijones que se habían quedado dentro de la piel”.

Fue una amiga suya quien llevó a tres de las mujeres al Servicio de Urgencias de Tafalla -posteriormente las trasladaron a Pamplona- para que las atendieran, mientras ella misma se encargaba de los caballos. “Me envolví la cabeza y el cuerpo con varias mantas para que no me atacaran y picaran, me llevé a los caballos y ahí es cuando me llamaron para decirme que faltaba una de las chicas”, señala. Una de las jóvenes, tras bajar del caballo, corrió desubicada hacia el centro de las abejas. Al darse cuenta se metió en una acequia llena de fango para resguardarse hasta que un hombre la recogió y la condujo en su coche al centro médico.

“Tenían mucho dolor, la cara hinchada y necesitaron sondas con medicamento para poder calmar el dolor. La que mejor estaba fue la chica que se resguardo en el barro porque sólo le atacaron a la cabeza, aun así, le encontraron 80 abejas en el pelo”, narra. Pero, tal y como explica la propietaria, el día posterior al episodio fue peor: dos de las mujeres tuvieron una reacción tardía a los picotazos y amanecieron con un severo hinchazón que les obligó a volver a urgencias. Uno de los caballos tuvo que ser atendido por los veterinarios.

Todos los afectados se encuentran bien, aunque una de ellas tendrá que estar dos meses en la cama por haberse roto la vértebra al caer del animal.